eldiario.es, 9 de agosto de 2020.
Desde hace cinco años con seguridad, aunque en mi opinión, desde algunos más, resulta obvio que necesitamos una reforma constitucional, pero que resulta imposible hacerla.
En declaración a Infolibre (7/08/2020) la ministra Irene Montero afirma de manera rotunda que España se encuentra ante un «horizonte republicano clarísimo».
Mi impresión no es esa. Añadiría que ojalá nos encontráramos ante un tal horizonte, ya que ello indicaría que hay una alternativa republicana sólidamente construida y con un apoyo social mayoritario. No se darían todavía las condiciones para que esa alternativa pudiera traducirse en un cambio constitucional, pero la sociedad española contaría con una suerte de diseño de ese posible cambio. No es así.