José Miguel Martín
Iniciativa: entre el balance y los desafíos
El autor del artículo desgrana no sólo las causas internas y externas que motivaron los resultados electorales de Iniciativa Los Verdes- Izquierda Unida Canaria Alternativa Ciudadana 25 de Mayo sino algunos de los retos a los que en su opinión se enfrenta esta fuerza electoral. José Miguel Martín es miembro de Canarias Alternativa y fue coordinador de campaña de Iniciativa en las pasadas elecciones.
Las pasadas elecciones generales del 14 de marzo dejaron múltiples elementos que han sido y son objeto de los más diversos análisis: vuelco electoral, influencia de los atentados de Madrid en el resultado, avance o retroceso de determinadas fuerzas políticas,... Sin embargo, escasas líneas han sido dedicadas a la que considero la principal novedad del panorama electoral canario en la pasada convocatoria: la coalición Iniciativa Los Verdes-Izquierda Unida Canaria-Alternativa Ciudadana 25 de Mayo. Lo que sigue es una reflexión personal y seguramente incompleta por parte de alguien que saludó el nacimiento de la Iniciativa y que trabajó activamente en la campaña electoral a favor de la misma. Una aclaración previa: esta reflexión personal se hace desde una consideración crítica de la política, que no necesariamente implica desinterés sino distanciamiento de aquellos elementos menos aconsejables de la misma, especialmente en lo tocante a la esfera partidista e institucional, y también desde el activismo social (o político no institucional) en el que muchas personas y organizaciones encontramos hoy un campo de intervención que, sin ser ideal, contribuye a canalizar las demandas en una sociedad compleja como la que vivimos.
RAZONES PARA UNOS RESULTADOS
Abordaré la cuestión empezando por el final: los resultados. Como podemos ver en los cuadros adjuntos, el número de votos y el porcentaje obtenido por Iniciativa es bastante modesto. Contribuyen a esto elementos de carácter interno y externo. Entre los primeros citaré la propia debilidad de las organizaciones que, salvando la sorpresa que supuso la propia aparición de Alternativa Ciudadana en Lanzarote o la hasta ahora ininterrumpida dinámica ascendente de Los Verdes, no dejan de ser minoritarias y en el caso de Izquierda Unida Canaria extrainstitucional en la mayor parte del Archipiélago. Tenemos en la reciente historia política canaria algunos ejemplos de “unificaciones” de fuerzas que no representan después la suma de los distintos electorados (ACN-ICU, ICAN en la ciudad de Las Palmas, la propia Coalición Canaria de sus comienzos,...) Iniciativa no ha sido una excepción. Además, el proceso de ruptura interna de Los Verdes de Canarias, que se ha saldado con la constitución del PVC (Partido Verde Canario), ha supuesto una merma de fuerzas, desgaste previo y cierta mala proyección pública que ha tenido importantes costes: especialmente los que se derivan de la constitución de candidaturas ficticias y de nombre confuso por parte de los escindidos y que han supuesto una fuga de votos considerable antes que la expresión de una sensibilidad política diferenciada. Llegar a unas elecciones con un clima interno complicado, debilidad económica, escaso tiempo, candidatos poco conocidos, etc. y con el reto de poner una nueva “marca” en la campaña electoral no es precisamente el mejor de los comienzos.
Entre los elementos de carácter externo que pueden ayudar a explicar los resultados obtenidos se encuentra uno de importancia capital y que, por obvio, se suele dejar en el olvido: la propia debilidad de las organizaciones de izquierda (a la izquierda del PSOE) en casi todos los lugares del Estado y especialmente en Canarias. La deriva/adhesión de ICAN, como suma de proyectos de izquierda canaria con un recorrido de hasta veinte años, al proyecto de Coalición Canaria deja un vacío del que el PSOE parece ser el único beneficiario. Además, un elemento como el “voto útil” al PSOE tuvo como inmediato efecto el arrastre de voto desde posiciones más a la izquierda, las cuales Iniciativa aspiraba a aglutinar. El hecho de que éstas fueran unas elecciones generales y no autonómicas y municipales tampoco era el mejor escenario para la “puesta de largo” de una opción local. Cabe pensar, y esperar, que en el segundo de los casos, los resultados respondieran mejor al trabajo realizado, el conocimiento de los candidatos, a la cercanía y concreción del programa electoral, etc. Sin ánimo de ser exhaustivo, creo que en este listado de cuestiones podemos encontrar gran parte de las razones que explican la modestia de los resultados alcanzados por Iniciativa. Ahora bien, quizás interese en este momento detenerse en algunos interrogantes: ¿en qué contexto nace Iniciativa? ¿Con qué propósitos? ¿Cuáles son sus perspectivas de consolidación, avance,...?¿A qué desafíos se enfrenta? A tratar de contestar estas preguntas dedicaré las próximas líneas.
EL FUTURO DE INICIATIVA
Acabar con la dinámica de competencia entre Los Verdes de Canarias e Izquierda Unida Canaria parece ser el primero de los beneficios obtenidos por la constitución de Iniciativa. La aspiración a conformar un espacio propio, plural, dotado de una cierta solidez y con vocación de permanecer en el marco de la izquierda de las islas pasa por el entendimiento y el establecimiento de una relación de cooperación entre ambas fuerzas. Los desencuentros políticos y personales de otras épocas parecen al menos mejor encauzados en el nuevo escenario. Las coincidencias a nivel de ideas, propuestas, iniciativas concretas, etc. son herramientas más que suficientes para decidirse a caminar juntos. Sin embargo, todo esto no obsta para que se dé el esfuerzo de autotransformación que reclamábamos los firmantes del manifiesto “Por el acuerdo en Canarias”, publicado en www.porelacuerdoencanarias.org, y al que se adhirieron más de trescientas personas de toda Canarias, sectores sociales, edad, etc. El que una experiencia tan interesante como Alternativa Ciudadana 25 de Mayo acordara, tras intensos debates, el participar en Iniciativa aporta además un bagaje del que bien harían Los Verdes de Canarias e Izquierda Unida Canaria en aprovechar el máximo posible (volveré sobre esto más adelante).
Los propósitos que animaron en un primer momento el arranque de Iniciativa eran puramente electorales como parece lógico que corresponda a fuerzas que son, en cuanto al trabajo que realizan, eminentemente político-institucionales. Esto no es en sí mismo negativo si se toma como un punto de partida pero los errores cometidos en otras ocasiones parecen exigir un esfuerzo distinto y adicional. Soy de la opinión de que se debiera cultivar una dimensión del trabajo político no exclusivamente centrada en la esfera partidista e institucional de estas organizaciones. Así, reconstruir lazos y relaciones de diálogo con lo mejor del mundo asociativo canario, reconocer a este mundo plural como interlocutor y construir con el mismo alianzas en el terreno de las ideas y las propuestas no estrictamente en periodo electoral, resulta una tarea necesaria. Pongo como ejemplo la constatación de que ya hoy, en Iniciativa, se encuentran personas de sensibilidad sindical diferente (CC.OO, Intersindical, CGT,...) Para que esto se acabe convirtiendo en una cultura del trabajo y la participación propias, “marca de la casa”, será importante no anteponer las etiquetas y las consignas a las ideas; huir declaradamente de la concepción clásica de partido que se relaciona con los sindicatos en primer lugar y luego con los movimientos sociales en un diagrama de círculos concéntricos y que algunos se obstinan en repetir.
Asimismo, es central en una época de escasa reflexión, importante declive teórico,... alimentar un mundo de ideas y valores renovados que salgan al encuentro de los problemas que padece hoy Canarias desde posturas realistas pero no complacientes, unificadoras pero no ingenuamente unitarias, críticas a la vez que propositivas, ... Enfrentarse a los retos de la sociedad canaria actual armados con los restos del naufragio del independentismo de los ochenta o el marxismo-leninismo “neoglobalizado” no puede ser la mejor manera de llevar a cabo esta tarea. El revival que a veces se observa de las ideologías fuertes tiene su gracia en la película Good Bye Lenin! pero deja de tenerla en cuanto uno comprende que lo que se dice va en serio y que propuestas como la Ley de Residencia encuentran algún eco, por mínimo que sea, en algún sector. No puedo afirmar que las fuerzas que hoy componen Iniciativa estén en la mejor de las situaciones para alcanzar este objetivo, aunque bastante de esto había ya en el programa con que se concurrió a las elecciones, pero sí opino que éste debe estar entre los principios que animen su trabajo y su propia existencia.
NUEVAS IDEAS, NUEVAS PERSONAS
Además, este mundo de ideas por transformar y crear debe orientarse hacia Canarias y anclarse en la realidad de las islas, no resignarse a la repetición de propuestas que pudieran valer para Cáceres o Santurce pero que no encajan en nuestra realidad particular social, política, cultural, etc. Lo que hoy articula a Iniciativa es su voluntad de constituirse en un proyecto de izquierda plural, canario, verde, pegado a las luchas sociales de los colectivos más desfavorecidos, por la construcción de un archipiélago más justo y sostenible. El conjunto de ideas que presentó a la convocatoria de marzo está abiertamente a favor del incremento de la soberanía para Canarias y sólo el cerrilismo más absoluto puede negar esta evidencia, si uno se toma el trabajo de leer el programa electoral de Iniciativa. Más allá de las exclusivas que algunos quieren atribuirse (“únicos representantes del nacionalismo de izquierdas canario”), es más conveniente aspirar a que lo mejor de ese pensamiento esté representado en el proyecto de Iniciativa, desechando claramente los elementos más rancios y que hoy, afortunadamente, son marginales en nuestra sociedad. Todo esto exige un esfuerzo del tipo de no dejarse cegar por “velos ideológicos” que en la gran mayoría de las ocasiones nada significan. Aludo así a actitudes del tipo “Con los españolistas de Izquierda Unida no vamos a ningún lado” que tan frecuentemente encontramos en algún sector del independentismo.
Para todo esto, me parece especialmente importante el que fijemos la atención en la experiencia de Alternativa Ciudadana 25 de Mayo: un colectivo que haciendo renuncia expresa de las categorías con que a veces solemos etiquetarnos (y que son con frecuencia tan usadas como inútiles) va a la raíz de los problemas reales de la sociedad lanzaroteña del siglo XXI, trata de participar en la gestión de las soluciones y alimenta un espíritu crítico que aúna las mejores experiencias reivindicativas de la isla conejera de toda la década de los 90. Hace esto además con vocación de constituirse en espacio de encuentro intergeneracional, en el que se den las condiciones necesarias para un diálogo (no sin dificultades) donde se comunique lo más valioso de la experiencia de cada generación de personas comprometidas con el cambio social. Iniciativa debe también servir para dar protagonismo a una nueva generación de mujeres y hombres de la izquierda canaria, que no hicieron la Transición, sino que provienen mayoritariamente de los movimientos sociales de los noventa y que están hoy en condiciones de asumir el reto que como generación formada en la contestación social y la organización de la protesta le corresponde.
Sin idealizar la experiencia conejera, ésta, a mi juicio, contiene otro elemento de gran interés para una evolución positiva del proyecto de Iniciativa: el atrevimiento a la hora de experimentar con fórmulas organizativas, niveles de pertenencia e identificación, la permeabilidad del propio proyecto. Sólo en mentalidades conservadoras puede anidar la idea de que Iniciativa debe convertirse en una mesa de partidos. ¿En qué lugar dejaría este modelo la participación de personas independientes? ¿ Y la adscripción de asociaciones o colectivos que no se definen como partidos y que pudieran apoyar el proyecto? ¿Qué de positivo aportaría el modelo de mesa de partidos más allá de la simplificación a la hora de repartir cuotas, presencia en órganos y demás engorros? Creo que hay que hacer una apuesta sana y valiente por la complejidad puesto que complejo es el mundo al que Iniciativa se dirige y en el que aspira a reconocerse. Integrar esa diferencia es, en mi opinión, todo un reto si verdaderamente se está por construir un proyecto renovado y renovador.
Soy de la opinión de que objetivos como éstos deben animar a Iniciativa toda, antes que el tacticismo, la suma de siglas, la poca capacidad de renovación y adaptación,... que ha llevado a la izquierda canaria a su situación actual de destierro. En sí mismos no comportan mayor éxito electoral o la mayor presencia institucional pero sí pueden y deben servir para acometer los retos del presente y el futuro con instrumentos más útiles. Además, si objetivos tan ambiciosos como los que propongo se asumen como válidos para Iniciativa y se comparten más allá de lo que es hoy esta suma de opciones, el paso lógico siguiente debe ser incorporar a más personas y experiencias a este espacio común de la izquierda canaria. Me parece especialmente importante el diálogo con fuerzas como Iniciativa por La Orotava (IPO), reconociendo como es lógico su papel como líder de la oposición en ese municipio de Tenerife y en torno a la cual no resulta disparatada la idea de armar un acuerdo plural e incluyente desde el que poder tumbar a la derecha de Coalición Canaria en La Orotava, puesto que ni IPO-Los Verdes, ni el PSOE, ni IUC en solitario parecen tener fuerza suficiente en solitario para lograrlo. Asimismo, Alternativa Vecinal de Ingenio (AVIN) en la isla de Gran Canaria representa un núcleo de personas y en sí misma una experiencia de la que Iniciativa tiene mucho que aprender y compartir. Sobre la base de procesos de diálogos en torno a ideas y propuestas concretas, que huyan de maximalismos, y que estén centrados en las necesidades reales de la gente de a pie antes que en las necesidades virtuales de los dirigentes de los partidos se podrán construir experiencias desde las que consolidar mejor la disidencia democráticamente activa que nuestro país y nosotros mismos merecemos.
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