CTXT, 14 de noviembre de 2918.
Independencia judicial y confianza ciudadana en la justicia
constituyen un binomio que ha ido deteriorándose en estos
cuarenta años.
Cuarenta años de vigencia de una norma básica como la Constitución de 1978 son
muchos. Tantos, que conviene aprovechar la ocasión para reflexionar sobre cuestiones
que han sido ya objeto de debate por su insatisfactorio tratamiento constitucional y
legal. Una de ellas es, sin duda, la de la independencia judicial y la necesaria
confiabilidad del sistema judicial para la ciudadanía, auténtica piedra de toque del
correcto funcionamiento de todo el entramado institucional y, notablemente, del papel
del poder judicial como elemento de control de la actuación de los otros poderes del
Estado y como garante de los derechos fundamentales de todas las personas.