El País, 22 de agosto de 2025.
“¿Dónde estamos? ¿Qué es esto? ¿Adónde nos ha transportado el sueño?“. Las inquietantes preguntas con las que Thomas Mann termina su novela del siglo, La montaña mágica, son también las nuestras. Como si nos hubiésemos despertado de un letargo muy dulce, en vista de la reciente deriva de los acontecimientos del mundo, hemos de reconocer que sentimos una perplejidad fundamental: una gran guerra persistente en Europa, una profunda conmoción de la Unión transatlántica, el innegable deterioro de los principios democráticos, el debilitamiento casi generalizado del centro liberal; el rearme en todos los frentes… Vemos que, si partimos de la experiencia que supuso el gran año de apertura de 1989, así no se habían pensado las cosas, ni planeado, ni esperado.