El País, 14 de diciembre de 2021.
El blindaje de la Monarquía no puede justificar la renuncia a solucionar algunos de los principales problemas institucionales del sistema. Cualquier iniciativa de reforma se bloquea con ánimo de salvaguardarla.
Ya sé que llego tarde, que el aniversario constitucional fue la semana pasada, pero estas cosas suceden cuando se escribe con fecha fija. Puesto que este año ha habido menos artículos sobre el tema que en otras ocasiones, la pregunta que quiero plantear espera todavía respuesta: ¿cómo es posible que, tras una década atravesada por múltiples crisis (económica, política, territorial), con el sistema político en niveles de legitimidad por los suelos, no haya habido aún una reforma constitucional ambiciosa?