NuevaTribuna, 4 y 9 de noviembre de 2019.
INTRODUCCIÓN
Es evidente que la situación más grave y generalizada de la crisis social y económica
ha pasado. Desde el año 2014 existen indicios de mejoría que afectan a diversas
variables económicas y de empleo. Pero las condiciones de vida y los derechos sociales
y laborales de la mayoría social todavía están peor que en el comienzo de la crisis
y las políticas neoliberales de austeridad. Los recortes sociales no se han revertido
en lo sustancial. A pesar de algunas tendencias favorables, su impacto regresivo es
mayoritario y persistente, aunque su dimensión sea distinta para diferentes segmentos
y se consolide un sector más empobrecido en situación de emergencia social.