El País, 15 de octubre de 2024.
El Banco Mundial reconoce que será imposible cumplir con la meta de reducir al 3% la tasa de pobreza extrema a finales de este decenio.
La reducción de la pobreza mundial se ha detenido. Tras disminuir a un ritmo intenso durante más de 20 años, un alud de acontecimientos ha frenado el proceso. Todo suma: la pandemia, la invasión rusa de Ucrania, el conflicto en Oriente Próximo y todos los fenómenos que han desencadenado, desde los cortes en las cadenas de suministro, el menor crecimiento económico, la inflación, la escasez alimentaria o la proliferación de desastres naturales por el cambio climático. Con estos mimbres, reducir al 3% la tasa de pobreza extrema para 2030, el objetivo fijado por el Banco Mundial, se perfila como inalcanzable. Harán falta tres décadas para lograrlo. Más tiempo aún se necesitará para que mejore la situación de quienes viven con menos de 6,85 dólares al día —el umbral de pobreza fijado para los países de ingresos medios—, que representan la mitad de la población global: más de un siglo. “En resumen, la década de 2020 se perfila como una década perdida, no solo para un pequeño grupo de países, sino para el mundo en su conjunto”, destaca el organismo en un informe publicado este martes.