Nueva Tribuna, 29 de agosto, 5 y 11 de septiembre.
I. Sobre las visiones simplistas o parciales de la desigualdad de rentas
Al examinar la evolución de la desigualdad de rentas en España destaca un hecho que
puede parecer sorprendente, porque pocas veces se destaca: la estabilidad de la renta
disponible por parte de los hogares y personas de renta media. Cerca de 28 millones de
personas (un 60% de la población residente total) que ya han recuperado los ingresos de
los que disponían antes de la crisis y han visto crecer su participación en la renta total,
desde el 61,5% que percibían en 2008 hasta el 63,2%, en 2017 (ver gráfico del Índice de
Gini).
Se entiende aquí por rentas medias disponibles a las que perciben las personas
pertenecientes a los hogares que se agrupan en los deciles 4, 5 y 6 (cada decil agrupa al
10% de la población total en función del nivel de su renta disponible): un 30% de la
población residente en España o 14 millones de personas con una renta media
disponible que en 2017 se situaba entre el 66,5% y el 92,2% de la media del total de
personas residentes (11.074 euros anuales). Y otro 30% que se agrupa en los deciles 7, 8
y 9 con unos ingresos medio-altos que suponían en 2017 entre el 108,1% y el 158,5%
de la renta media.