infoLibre, 25 de abril de 2022.
Marine Le Pen ha reducido casi a la mínima expresión la diferencia entre el porcentaje de hombres y de mujeres que la votan. Es una de las claves de su avance electoral en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, que la ha acercado más que nunca al Elíseo. Y es además un dato que demuestra que Vox tiene todavía ahí una asignatura pendiente si quiere alcanzar el poderío de la extrema derecha en Francia. En contraste con lo que ocurre en el país galo, en España el apoyo a la ultraderecha entre las mujeres es inferior a la mitad que entre los hombres. La politóloga Carmen Lumbierres ve aún al partido de Santiago Abascal lejos de Le Pen en su capacidad para captar al electorado femenino, al que presenta como «tutelado e infantilizado» y que no ha logrado arrastrar a debates polarizadores e identitarios como el del velo.