doi.org, 25 de mayo de 2020.
Resumen. Las mujeres atrapadas por la violencia de género de sus parejas han de recorrer un largo camino para tomar conciencia de la misma y afrontarla hasta lograr romper con ella. Se trata de un proceso de gran complejidad, sufrimiento y heterogeneidad en el que las mujeres atraviesan diversas fases. Existen dos vías para lograr la ruptura: una sustentada en factores positivos que fomentan el empoderamiento de las mujeres;; y la otra, articulada con factores negativos que conducen a su agotamiento y destrucción. En el proceso de ruptura y superación de la violencia de género se han mostrado decisivas las medidas que fomentan la autonomía económica y subjetiva de las mujeres. Con ello se ha descubierto la ineficacia de buena parte de las medidas públicas destinadas a la mujeres afectadas por la violencia de género. Es urgente, por lo tanto, un cambio radical de dichas medidas. El Trabajo Social se muestra como una – o “la”- profesión decisiva para acompañar a las mujeres en su proceso de abordaje, ruptura y superación de la violencia de género, especialmente a aquellas con mayor vulnerabilidad frente a la misma.