InfoLibre, 29/01/2021.
Los contratos entre Gobiernos y la denominada big pharma son secretos, lo que permite a Bruselas ocultar sus cuestionadas capacidades de negociación, pero le impide saber lo que pagan otros a Astrazeneca. Las organizaciones aprovechan para insistir en la petición de más transparencia y rendición de cuentas ante el desarrollo de un producto sufragado en buena parte por dinero público. Los Estados pueden, en teoría, obligar a cualquier empresa a liberar su patente si concurren circunstancias excepcionales. «Es el último recurso», advierten los expertos.
Los buenos augurios con respecto a la pandemia en 2021 han tardado menos de un mes en disiparse. Faltan vacunas. Astrazeneca, farmacéutica británica, ha comunicado que no otorgará a la Unión Europea las vacunas previstas y su brazo ejecutivo, la Comisión Europea, la acusa de incumplir lo pactado y presiona para obtener los 100 millones de dosis en teoría firmadas para el primer trimestre del año, en vez de 20. Hay muy pocas certezas sobre lo que está pasando. Los contratos son secretos. Pero fuentes dentro de las negociaciones apuntan a que la empresa podría haber priorizado a Reino Unido en el reparto, porque en su acuerdo existía esa obligación; mientras que en el rubricado con el club comunitario solo se comprometieron a hacer «el mayor esfuerzo posible».