Maite Pagazaurtundua

La leve pausa
(www.bastaya. org, 9.12.06)

-Amá, ¿Por qué te acompañan siempre tus amigos?

-Por mi trabajo, hija.

(Hace cinco años me lo había preguntado por primera vez. Ella tenía cuatro. Me lo volvía a preguntar de nuevo hace unos días)

-¿Por tu trabajo de traductora?

-No hija, por los otros trabajos.

-Amá –me pareció una leve pausa- dime la verdad.

Se la dije.

            Mi hija utilizó la palabra guardaespaldas. En el mundo de los mayores solemos usar habitualmente el término escolta. La niña me contó que cuando fui a ver el entrenamiento de balonmano, dos de las niñas de la escuela se habían apartado y la miraban comentando algo. Ella se había acercado a preguntar de qué hablaban, porque le había parecido claro que cuchicheaban sobre ella. Le dijeron que creían que los señores que me acompañaban eran guardaespaldas y ella les replicó que no, que yo le había asegurado que eran mis amigos. Había sentido dudas acerca de la realidad. No sé desde cuándo, porque eso no me lo contó. Durante estos años he procurado ser invisible para sus amigas del colegio, pero resulta imposible, claro.
            Le irán encajando poco a poco las piezas de la irracionalidad del mundo de los mayores. La irracionalidad que pronto aprenden los pequeños de algunas casas de nuestro barrio. No sé si lo he escrito ya, porque pierdo la noción entre lo que pienso y guardo para mí y  lo que escribo en este diario. Algunos chicos de su clase berrean y patalean cuando ven juntos los botes de pintura roja y amarilla en clase. Hace pocos días uno de ellos le dijo que “Euskadi no está en España” y ella le preguntó entonces: “y dónde está pues?” “En Europa” contestó la criatura de nueve años. Ella me lo había contado con una sonrisa en la boca, como si a su compañero le faltara un tornillo. Inmediatamente después de hacerlo se dirigió a su hermana y le preguntó a ver dónde estaba Euskadi. María no supo qué decir y ella vocalizó muy correctamente por dos veces la respuesta, para que su hermanita supiera.