El País, 16 de mayo de 2021.
Gobiernos y empresas de todo el mundo se disputan la asesoría de esta prestigiosa economista italoamericana. El progresismo, dice, debe ir más allá de la redistribución y convertirse en motor de innovación: ha de invertir y experimentar, como los emprendedores.
El mundo comienza a salir de una pandemia devastadora, y la economista Mariana Mazzucato (Roma, 52 años) está empeñada en convencer a los gobiernos y organizaciones internacionales de que sean ambiciosos y vayan más allá de un papel reparador de economías maltrechas. Profesora de Economía de la Innovación y Valor Público en el University College de Londres (UCL) y directora fundadora del Instituto para la Innovación y el Objetivo Público, dependiente de esa misma institución académica, Mazzucato es sobre todo una mente provocadora, ágil y brillante que se disputan como asesora gobiernos de medio mundo y que ha puesto en entredicho el sacrosanto papel protagonista de los empresarios en el crecimiento económico y ha reivindicado la necesidad de un Estado fuerte, sí, pero reinventado. Capaz de diseñar objetivos globales e influir en el diseño de los mercados. Como John Fitzgerald Kennedy en 1962, que impuso a su país la misión de enviar un hombre a la Luna y traerlo de vuelta a la Tierra sano y salvo, cree que solo al saber de antemano qué se persigue será posible determinar cómo hacerlo del modo más eficaz y beneficioso para todos. Ahora publica Misión economía. Una guía para cambiar el capitalismo(Taurus, 20 de mayo) y No desaprovechemos esta crisis(Galaxia Gutenberg, 26 de mayo), un recopilatorio de algunas de sus últimas colaboraciones.