eldiario.es, 13 de abril de 2021.
El objetivo de la reforma laboral del 2012 no era el que nos vendió Rajoy, reducir la temporalidad y aumentar la flexibilidad de las relaciones de trabajo. Su intención ocultafue forzar la depreciación salarial.
Con los verbos «mejorar», «racionalizar» o «flexibilizar» sucede lo mismo que con la expresión «libertad». Son palabras tan bellas que es imposible estar en contra. Aunque lo que haya detrás no siempre sea tan positivo.
Esta entradilla viene a cuento del artículo publicado recientemente en El País por Jesús Lahera Forteza y Ignacio Ruiz Conde. Como buenos científicos sociales que son conocen la importancia del uso del lenguaje en los debates.