Néstor Restivo
La deuda del tercer mundo: Entrevista con Eric Toussaint,
del Comité por la Anulación de la Deuda en el Tercer Mundo
(Clarín, Buenos Aires, 16 de septiembre de 2002)
Toda la deuda del Tercer Mundo representa menos del 5% de la deuda de todos los países del mundo, ya que los que más deben son EE.UU., Europa y Japón. La deuda externa del Tercer Mundo es menos de la mitad de la deuda pública. Perdonarla no causaría ningún terremoto financiero internacional".
Lo dice Eric Toussaint, un belga que lidera el Comité por la Anulación de las Deudas del Tercer Mundo y que en octubre vendrá a Argentina a presentar su libro La bolsa o la vida (Donosti: Gakoa, 2002). Desde Bélgica, dijo a Clarín a través de una entrevista telefónica: "Hay antecedentes jurídicos internacionales de deudas anuladas, como a fines del siglo XIX (cuando Cuba pasó del poder español al estadounidense) o en la década del 30, cuando varios países no pagaron sus compromisos".
- ¿Qué viabilidad tendría ahora ir por esas deudas a la Corte Internacional de Justicia de La Haya?
- Nosotros pedimos la anulación en distintos foros, en especial en el marco de Naciones Unidas, y los países acreedores no hicieron nada. Se juntaron para el Jubileo 2000 más de 24 millones de firmas y no pasó nada. Argentina podría llevar el tema a La Haya, un tribunal que entiende en litigios entre Estados. Los capitalistas argentinos han fugado divisas como si fuera un deporte nacional, pero el país emitió deuda con avales, por ejemplo del Tesoro de Estados Unidos. Está en condiciones de presentarse, aunque hoy muchos tenedores actuales de los bonos sean personas particulares.
- ¿Qué casos históricos se destacan?
- En 1922 hubo un fallo que benefició a Costa Rica anulando su deuda porque había sido contraída por una dictadura anterior; los bolcheviques hicieron lo mismo por deudas del zarismo. Bien, Argentina tuvo un alza de su deuda durante la dictadura de 1976/83 y después reprogramaciones sobre esas deudas originales. Si se acepta el litigio, podría haber una instancia de arreglo de la deuda. El caso argentino, y es una oportunidad que hasta ahora el gobierno de Eduardo Duhalde desaprovechó, podría servir como iniciativa internacional. Claramente, Argentina es uno de los eslabones débiles de la cadena del endeudamiento internacional. Ahora voy a viajar a Timor, el último estado nacido en la comunidad mundial. Ellos no tenían deuda y ya el Banco Mundial y el FMI, en vez de propiciar donaciones para ayudar a su construcción, lo quiere endeudar para iniciar la cadena. Justamente, me invitaron para estudiar cómo evitarlo.
- Un argumento jurídico que quiere usarse es la usura, ¿Por qué?
- Como dijo el Tribunal Internacional de los Pueblos, hubo una decisión unilateral de los EE.UU. a fines de los 70 de subir la tasa de intereses del nivel histórico de 4 a 6% a más de 20% en pocos meses. Fue una traición de la buena fe de contratos. En los 80 se elevó la prima de riesgo y el PNUD, agencia de Naciones Unidas, dijo en 1992 que "durante los años 80, cuando la tasa de interés era del 4% en los países industrializados, los países en desarrollo soportaban una tasa de interés efectiva del 17%. Y esto siguió cada vez peor. Con la crisis del sudeste asiático, Rusia, Brasil y Argentina las tasas llegaron a niveles increíbles."
Néstor Restivo
La deuda del tercer mundo: un lastre sobre las economías
Es el mundo al revés. Hay en México 33 millones de personas analfabetas pero el país paga por su deuda 2,5 veces lo que invierte en educación. Y eso, pese a que entre 1982, cuando su moratoria desató la "crisis de la deuda" en toda la periferia, y en el 2000 México ya pagó casi medio billón de dólares (478.000 millones) por capital e intereses. Así lo informan los propios datos del Ministerio de Hacienda mexicano.
En 1982, México debía al exterior 57.000 millones de dólares, y dos décadas después, 152.000 millones, una cantidad que triplica lo que ya ha pagado. La consecuencia de este hecho es que, apenas nace, cada nuevo mexicano debe 1.570 dólares.
En casi todos los países del sur se repite el esquema: a lo que debían hace 20 años se le suma ahora otros débitos varias veces superiores a los originales, pese a que en el curso de los años transfirieron cifras por encima del capital inicial adeudado a través de intereses girados y las reprogramaciones de pagos que hubo en ese lapso.
Según datos del Banco Mundial, la CEPAL (Conferencia Económica para América latina) y el Comité por la Anulación de las Deudas del Tercer Mundo América latina ya pagó en los últimos 20 años 1,4 billones de dólares. Todo el llamado "Tercer Mundo" junto a los países de Europa del Este abonaron más de 4 billones de dólares en el mismo período. Esto significa que hubo una transferencia de recursos equivalente a más de seis veces la deuda original, pese a que hoy deben igual un promedio de cuatro veces más. América latina abonó 1,4 billón desde el 82, lo que representa casi cinco veces su deuda original, pero aún debe alrededor de tres veces más.
Tras el default argentino y las turbulencias económicas en el cono sur, varios organismos internacionales reforzaron su campaña para plantear el tema ante cortes de justicia internacionales cuestionando su ilegalidad y usura.
Atilio Alterini, decano de la Facultad de Derecho de la UBA, dijo a Clarín que los Consejos Superiores de las universidades de Buenos Aires, Rosario y Córdoba sugirieron al Gobierno presentarse en la Corte Internacional de La Haya reclamando una opinión consultiva sobre la legitimidad o ilegimitidad de la deuda.
"Hay principios del derecho internacional -dijo- violados: el que alude a la usura; el que repudia todo abuso sobre la debilidad del deudor; y otros más ligados a los derechos humanos, con los desastrosos efectos sociales que provoca la deuda", como malnutrición y mortalidad infantiles, situación de jubilados y el desempleo como conculcación del derecho al trabajo.
El peso del endeudamiento hizo que Argentina, como recientemente Ecuador, Rusia y Pakistán, declarara el default. No es la primera vez que ocurre EE.UU. no pagó deudas a España cuando le arrebató Cuba a fines del siglo XIX.
En 1914, en plena revolución mexicana, Emiliano Zapata y Pancho Villa suspendieron el pago de su deuda externa y recién en 1942, tras el gobierno nacionalista de Lázaro Cárdenas, los acreedores debieron admitir una quita del 80% del capital a valor de 1914. En la crisis del 30, Brasil, Bolivia, Ecuador y una docena de países más suspendieron sus pagos. La excepción regional fue Argentina que, al igual que en su crisis de 1890, siguió "honrando" sus deudas.
También en la crisis de 1982 hubo moratorias latinoamericanas, pero los acreedores presionaron y dividieron el frente deudor. Con el Plan Brady reciclaron, y aumentaron, los pagos. A diferencia de la primera mitad del siglo, ahora las suspensiones (como parece ser el caso argentino actual, al menos en la intención oficial) no duran más de un año y no obedecen a estrategias de repudio o denuncia.
Pero el tema ha vuelto a escena. En el Congreso argentino hay proyectos de ley para recurrir a la Corte de La Haya. Y entidades como Diálogo 2000, Jubileo Sur o la Asociación Interamericana de Juristas ya plantean estrategias. Con apoyo de instituciones canadienses y de otras latitudes, forman un Tribunal Internacional de los Pueblos sobre la Deuda que integran el premio Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel y dirigentes latinoamericanos, asiáticos y africanos.
En el caso argentino, en el reciente Foro Social Mundial de Buenos Aires se reclamó una auditoría caso por caso para analizar la legalidad de la deuda, en la línea de las denuncias presentadas oportunamente por el fallecido abogado argentino Alejandro Olmos, que obtuvieron un fallo contundente en julio de 2000, sin condenas en razón de prescripción. La causa demostró el período de origen del endeudamiento "forzoso" durante la última dictadura militar.