infoLibre.es, 20 de febrero de 2021.
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- El 23-F y los otros golpes de Estado de la Transición, del historiador Roberto Muñoz Bolaños, desmiente un relato hegemónico que obvia las zonas grises del papel de Juan Carlos I en la solución Armada.
- La investigación incide en las maniobras conspirativas de la élite civil, eclipsadas por el protagonismo de los militares en el 23-F.
- Ni la embajada de Estados Unidos, ni la jerarquía católica, ni la patronal acreditaron compromiso democrático en el momento decisivo.
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–En las diversas conversaciones con el rey, ¿cómo se despidieron?
–Siempre me mandaba un fuerte abrazo […].
–¿Con abrazos?
–Con abrazos.
El que pregunta es Pedro Martín, abogado de Pedro Mas, uno de los golpistas en el 23F, durante el juicio. El que responde es Jaime Milans del Bosch, el capitán general que sacó los tanques a la calle en València. Lo llamativo es que una de esas conversaciones entre Milans y Juan Carlos I, cerrada con “abrazos”, se produce en la madrugada del 24-F, cuando es sabido ya que Milans ha pasado de las intrigas a los hechos y es un golpista con todas las letras. El rey, en esa llamada, le había ordenado la retirada de las unidades desplegadas. Otro abogado defensor le preguntó al militar si el monarca se lo había exigido con vehemencia, tratándolo como se trata al «jefe de una rebelión militar». Milans fue conciso: «No».