Página Abierta
Elecciones generales de 2011. Los resultados del 20-N
por comunidades autónomas
(Página Abierta, 217, noviembre-diciembre de 2011).
Andalucía. El PSOE (1.590.844 votos, el 36,57%, y 25 diputados) pierde 751.433 votos respecto a las elecciones de 2008 (32%) y 11 diputados. Los peores resultados en la historia desde 1982. Y la primera vez que pierde en Andalucía desde las elecciones democráticas de 1977.
El PP (1.982.091 votos, el 45,79%, y 33 diputados) sube 260.267 votos (15,1%) y 8 diputados con respecto a las elecciones de 2008. Los mejores resultados en su historia.
Izquierda Unida (359.521 votos, el 8,16%, y 2 diputados) sube 129.186 votos (56%) y 2 diputados (Málaga y Sevilla) respecto a las elecciones de 2008. Desde las elecciones del 2000 no había conseguido un diputado; entonces obtuvo tres.
UPyD obtiene 207.517 votos (4,77%), 166.949 votos más que en 2008 y ningún diputado. El Partido Andalucista, 76.852 votos (1,76%), 8.173 votos más que en 2008 y ningún diputado. Equo consigue 35.504 votos (0,81%).
Los resultados de estas elecciones confirman la tendencia que ya se produjo en las elecciones municipales: es la segunda vez que el PP saca más votos que el PSOE en Andalucía y la brecha se amplía de los 7 puntos en las anteriores municipales a los 9 en estas (391.247 votos más que el PSOE). Gana en todas las provincias, excepto Sevilla. En el Senado la diferencia aún ha sido mayor: 22 senadores para el PP por 10 para el PSOE.

A diferencia de las elecciones del 2008, donde la concentración del voto en esta comunidad en los dos grandes partidos fue del 90%, en estas elecciones ha sido menor, un 82,14%. Lo que ha favorecido sobre todo la subida de votos de IU y UPyD.
El PP ha ganado en 25 de las 29 localidades de más de 50.000 habitantes y en 37 de las 51 de entre 25.000 y 50.000 habitantes. Aunque los municipios de menos de 5.000 habitantes se le siguen resistiendo.
Ya desde las anteriores elecciones municipales se vienen haciendo lecturas de los resultados en clave andaluza de cara a las elecciones autonómicas de 2012, que, al contrario de como viene siendo habitual en Andalucía, esta vez no coincidirán con las generales. Si con el resultado de las elecciones municipales la duda estaba en si el PP sacaría o no mayoría absoluta, con los resultados de estas últimas elecciones parece que las dudas se disipan.
En cualquier caso, faltan aún estudios que analicen con detalle los resultados provinciales y en núcleos urbanos, especialmente por debajo de 20.000 habitantes, que tienen una importancia especial.
Aragón. En primer lugar hay que señalar que en Aragón el Partido Popular ha ido en coalición con el Partido Aragonés Regionalista (PP-PAR). Al ir juntos se consolidan como hegemónicos en la política institucional en esta comunidad con 8 diputados de los 13 correspondientes. Si sumamos los votos conseguidos por ambas fuerzas en los comicios de 2008 y lo comparamos con el resultado obtenido en estos del 20-N, el resultado es de 14.446 votos más. Y, sin embargo, pasan de los 5 escaños que obtuvo el PP (el PAR ninguno) en el año 2008 a los 8 actuales.
El PSOE, que en 2008 consiguió 8 diputados, pierde 132.825 votos y se queda con 4 diputados. Esta pérdida de votos es menor que la que se produjo en las recientes elecciones autonómicas y municipales, recuperando 2,49% del voto. Aun así, el descalabro es tremendo e influye directamente en la política socialista en la comunidad que se reduce prácticamente al Ayuntamiento de Zaragoza, siempre y cuando llegue a acuerdos con Chunta e Izquierda Unida, de las que depende para gobernar en esta ciudad. Una parte de la pérdida de votos del PSOE fue a parar a la derecha, pero también a la coalición CHA-IU y a UPyD. En Zaragoza perdieron casi 100.000 votos, en Huesca más de 20.000, y en Teruel el resto. Esa pérdida de votos es más significativa por los que se han ido hacia su izquierda y por la abstención.
Otra coalición ha dado buenos resultados: Chunta Aragonesista e Izquierda Unida. Se juntan para conseguir una voz de izquierdas por Aragón, romper el bipartidismo y llenar el hueco dejado por José Antonio Labordeta, último diputado aragonés. Y lo consiguen. La coalición ha obtenido 15.000 votos más que cuando fueron por separado en el 2008, y un diputado, que en la primera etapa de la legislatura será de Chunta y en la segunda de Izquierda Unida. El bipartidismo se rompe gracias a ello.
La cuarta fuerza más votada ha sido UPyD, que consigue 41.019 votos. Aunque no obtiene representación parlamentaria, ha crecido de forma muy significativa.
En realidad, el PP no ha necesitado hacer nada desde el resultado obtenido en las autonómicas y municipales. Mantener ese reciente resultado y dejarse llevar por la tendencia general del país.
Es de resaltar el porcentaje de abstención: 270.000 electores no acudieron a las urnas, casi tres puntos y medio más de abstención que en 2008. Por otro lado, el 1,58% de los electores presentaron votos nulos y un 2,05% votaron en blanco.
Los resultados al Senado describen una alternancia matemática entre el PSOE y la coalición PP-PAR. En 2008, en las tres provincias, el PSOE obtuvo 3 senadores y el PP 1 senador. Y, ahora, es exactamente lo contrario en las tres.
Asturias. Desde el punto de vista del reparto de escaños, las novedades más importantes son la entrada en el Congreso del Foro (el partido de Álvarez Cascos) y de Izquierda Unida, con un diputado cada uno, y la pérdida de un diputado por parte del PSOE y de otro por el PP, con lo que se mantiene el empate en número de escaños entre derecha e izquierda.
Un examen más pormenorizado de los resultados, sin embargo, ofrece un paso más en la derechización electoral que ya se venía percibiendo en las ocasiones anteriores y que se confirma como una tendencia de largo alcance. Así, la suma de votos del PSOE e Izquierda Unida pasa del 53,61% al 42,46%, mientras que el conjunto de las fuerzas de la derecha (PP, Foro y UPyD) sube del 43,48% al 54,07%.
El PP, que sigue ganando en esta comunidad desde 2000, ha perdido con 5 puntos menos unos 67.000 votos respecto de 2008, unos 25.000 menos de los que consigue el nuevo partido nacido de sus filas, el Foro de Cascos.
Por su parte, el PSOE desciende casi 18 puntos, lo que supone una pérdida de unos 143.000 votos.
Izquierda Unida, bajo el liderazgo de Gaspar Llamazares, recupera su histórico escaño con 33.000 votos más que en 2008, pero sólo consigue una pequeña parte de los votos perdidos por el PSOE, la mayoría de los cuales se van a la abstención (tres puntos superior) o a opciones de derechas.
Álvarez Cascos, que había vencido en las recientes elecciones autonómicas, sale muy debilitado y resulta muy dudoso que pueda mantenerse mucho tiempo al frente del Gobierno asturiano. Se abre un periodo de incertidumbre en la política regional.
UPyD sube 2,6 puntos (alcanza el 3,91%), pero queda lejos de los votos necesarios para alcanzar una representación. Y Equo solo obtiene el 0,63% de los votos.
Canarias. El PP ha conseguido en las islas canarias un resultado espectacular, volviendo a ser la primera fuerza, como en las pasadas elecciones autonómicas. Con cerca de 450.000 votos (casi 100.000 más que en 2008) obtiene 9 diputados, 3 más que hace tres años. Ese número de escaños son los que pierde, precisamente, el PSOE, al pasar de 395.000 votos en 2008 a algo más de 230.000, y de 7 a 4 diputados.
De esa pérdida socialista no se ha beneficiado Coalición Canaria y sus socios (principalmente, Nueva Canaria), puesto que esta nueva alianza pierde también votantes: unos 60.000, si sumamos los que les correspondieron en las anteriores generales (más de 210.000). No obstante, mantienen el mismo número de escaños, dos: uno para CC en Santa Cruz de Tenerife (donde pierde el otro que tenía) y uno para NC en Las Palmas (donde no tenían representación). Este fracaso ha hecho tambalear el cimiento institucional y político del nacionalismo canario, que esperaba un resultado más acorde con el que obtuvo en las pasadas elecciones autonómicas (225.000 votos a Coalición Canaria) y municipales, aunque de siempre el electorado ha respondido de manera diferente en unos comicios que en otros.
Los que sí parecen que han podido recoger la cosecha del desastre socialista han sido IU, UPyD y Equo.
IU ha conseguido 40.000 votos (un 4,3%), unos 28.000 votos más que en 2008. Por su parte, UPyD ha pasado de tener 3.500 a 24.500, aproximadamente (un 2,6%). Y a Equo le han llovido unos 15.500 votos.
Todo ello con una participación bastante más baja, como suele ser habitual, de la media estatal; en concreto, un 63%, aproximadamente, 4 puntos menos que en 2008. Es probable que en ese incremento de la abstención se pueda encontrar parte del agujero negro del PSC-PSOE.
Castilla y León. Los populares de Castilla y León tenían como objetivo el aportar tres diputados más en la comunidad autónoma de cara a contribuir a la mayoría absoluta de su partido a nivel del conjunto del Estado. Lo consiguieron en las circunscripciones de León, Burgos y Salamanca, donde centraron sus esfuerzos en la campaña electoral, sabedores de que el resto de las plazas las tenían garantizadas.
El PP mantiene su electorado en el conjunto de la región, con pérdidas y ganancias pequeñas en unas y otras provincias. No obstante, en relación con los resultados de 2008 en la tierra de Zapatero, León, destaca el cambio de mayoría: el PP desbanca al PSOE.
Paralelamente, los socialistasperdían esos tres escaños en la región, por encima de 13 puntos porcentuales respecto a las elecciones generales del 2008. Lo más significativo de la pérdida de votos en todas las provincias es el bajón tan importante en León (más de 60.000).
De esta forma, el bipartidismo sigue fuertemente asentado en Castilla y León, con un total de 32 parlamentarios (21 del PP y 11 del PSOE). Las claras mejorías de UPyD (6,13%) e IU (5,63) distan mucho de acercarse a disputar un escaño a los dos partidos mayoritarios.
La participación electoral ha sido superior a la media estatal, casi 4 puntos (León y Soria son las provincias de menos participación en la región, con cerca del 72%).
Cataluña. Los resultados electorales de Cataluña han deparado algunas sorpresas relativas. La primera, el triunfo “histórico” de Convergència i Unió (más de un millón de votos, 16 escaños). La primera vez que gana unas elecciones generales en Cataluña, desbancando como primera fuerza al PSC en Girona, Lleida y Tarragona y deshaciendo la aventurada previsión de que el PP le disputara su posición destacada.
La levedad del voto convergente, impulsado por criterios identitarios –incluido el temor al sorpasso por parte de los populares– y no por las similitudes de fondo entre su cultura política y económica y la del PP, ha permitido a Artur Mas sentirse legitimado por los resultados y anunciar un nuevo paquete de recortes que perjudicará a los sectores más vulnerables, incluidos sus propios votantes. Su reivindicación estrella, el pacto fiscal, muestra, en las actuales circunstancias y con los impulsores que tiene, un cierto aire “Liga Norte” (“no queremos pagar con nuestro dinero el café de los parados andaluces”). Con todo, CiU tendrá muchas dificultades para zafarse del abrazo del oso del PP, con su abrumadora mayoría en Madrid y su importante influencia en Barcelona.
El resto de los resultados era más previsible: el PSC pierde 11 escaños (pasa de 25 a 14) y 730.000 votos, unas cifras catastróficas; solo se mantiene como primera fuerza en Barcelona. El PP gana 3 escaños y sube hasta 11, menos de los previstos, pero por primera vez se convierte en el partido más votado en una capital de provincia catalana, Tarragona. Iniciativa per Catalunya-Verds asciende a ser la cuarta fuerza más votada y gana 3 escaños, aunque su presencia en Madrid quedará disminuida por el aumento exponencialmente superior de su “socio” estatal, Izquierda Unida. Esquerra Republicana, que pretendía capitalizar los resultados de los referendos soberanistas, pierde casi 50.000 votos, aunque conserva sus tres escaños.
Destaca, y mucho, la baja participación: un 66,8% en el conjunto.
Mención aparte merece el voto en blanco, sea en su forma tradicional como a través de la agrupación Escons en Blanc (“Escaños en Blanco”): más de 110.000 papeletas entre ambas opciones, lo que no está mal teniendo en cuenta el casi nulo soporte publicitario. Este voto, que implica confianza en el sistema pero no en sus materializaciones, quizá haya sido el adoptado por una parte significativa del entorno “indignado”.
Galicia. En las dos últimas convocatorias de elecciones generales (años 2004 y 2008) la suma de los votos de PSOE y BNG había superado a los conseguidos por el PP. Ahora, el PP ha obtenido 13 puntos porcentuales más que los otros dos partidos. La diferencia ha sido superior incluso a la que obtuvo cuando –con Aznar a la cabeza– consiguió la mayoría absoluta en el año 2000.
En esta ocasión se ha registrado una novedad relevante: la fuerte bajada experimentada por el PSdG (300.000 votos menos que en el 2008) no tiene un correlato “positivo” en el BNG. La organización nacionalista gallega baja casi 30.000 votos (aunque asegura su actual presencia de 2 diputados en el Congreso). Esta bajada simultánea de PSOE y BNG contrasta con el trasvase registrado en las dos últimas décadas (sobre todo en los años 90), que permitió que el Bloque superase –en las elecciones autonómicas de 1997 y 2001– al PSdG. En las elecciones municipales de mayo del presente año ya se había producido este fenómeno en varias ciudades relevantes de Galicia (A Coruña, Santiago, Lugo…).
Otra novedad importante es el crecimiento de IU. Sobre todo porque es una organización con poco peso en la vida política gallega (aunque en las últimas municipales ya había dado síntomas de esta recuperación con la consecución de un concejal en el Ayuntamiento de A Coruña y casi la obtención de otro en Vigo). Con 40.000 votos de aumento, IU obtiene el 4,12% de votantes, igualando el mejor resultado que había conseguido en el lejano 1993.
Los 10.000 votos obtenidos por Equo completan el escenario de los grupos de izquierda receptores de votos perdidos por el PSOE.
Estimativamente, el reparto de los 300.000 perdidos por los socialistas sería el siguiente: 200.000 a la abstención, 50.000 a IU + Equo y el resto a PP y UPyD (esta sube casi 10.000 votos y obtiene el 1,22%).
La participación electoral en el conjunto de Galicia supera unas décimas la media estatal.
Cara y cruz del resultado del BNG. Mantiene su presencia en el Congreso pero no se aprovecha del desgaste del PSOE y sigue la tendencia descendente que viene registrando desde hace 10 años. La subida de IU es un síntoma evidente de que el BNG es una marca electoral devaluada, con poco atractivo para sectores que antes le votaban o para nuevos votantes.
Madrid. Con una participación 3 puntos mayor que la media estatal (y tres menos en relación con las elecciones de 2008), Madrid, uno de los grandes graneros del PP, era lógico que siguiera comportándose como tal en esta ocasión tan especial, consiguiendo más del 50% de los votos y 19 escaños, uno más de los que tenía. Su pérdida de votos, unos 30.000, que no de porcentaje, en relación con 2008 puede que no sea fruto nada más que de ese techo de 1.700.000 arriba-abajo de los populares, que permite un trasvase a formaciones como UPyD.
Como anunciaban las encuestas, el castigo al PSOE ha sido fuerte. Pierde unos 730.000 votos y 5 diputados (pasa de 15 a 10), que van a parar al PP, a UPyD y a IU.
Un salto espectacular es el que ha dado UPyD (un reto de estudio para los sociólogos), que obtiene 346.000 votos, a los que corresponde 4 diputados (3 más que en 2008) y pasa, con esos 214.000 votos más, de un 3,74% a 10,29%, convirtiéndose en la tercera fuerza, por encima de IU.
Otro gran resultado, por encima de sus previsiones, es el obtenido por IU: 270.000 votos (más de 100.000 votos que hace tres años) y tres escaños; de un 4,66% de los votos emitidos en 2008 pasa a un 8%.
Por su parte, Equo no ha tenido el resultado que probablemente deseaba una parte del electorado de izquierda o progresista. Aunque con 64.800 votos sea la quinta fuerza más votada, ese 1,92% le deja muy lejos de la posibilidad de optar a un escaño.
Tanto los votos nulos (1,06%) como los blancos (1,04%) están por debajo del conjunto estatal.
Comunidat Valenciana. La participación suele ser alta en comparación con la media estatal. En esta ocasión, también: un 75,49%. Sin embargo, ha descendido más de tres puntos en relación con las elecciones de 2008. En cuanto a los votos nulos y blancos, no registran subidas especiales y se mantienen por debajo de los datos del conjunto del Estado.
El PP no recoge más votos de los ya conquistados hasta ahora. En realidad, pierde unos 25.000. Pero, de todas formas, sale más beneficiado que en 2008: con 1.390.000 votos, aproximadamente, sube cerca de dos puntos y obtiene 20 escaños, uno más que hace tres años.
El PSOE sufre la debacle general y algo más. Sus resultados son peores que los de las pasadas elecciones autonómicas. Pasa del 40,97% al 26,71% y se queda con algo más de 695.000 votos del 1.125.000 que tuvo en las anteriores elecciones. Eso lleva a que de los 14 diputados que tenía pierda 4, que van a parar al PP, a EU, a UPyD y a Compromís.
La tercera fuerza sigue siendo la IU valenciana, a la que favorece ese hundimiento de los socialistas. Es votada por unos 170.000 electores (un 6,5%), unos 95.000 más que en 2008, y logra un escaño por Valencia.
UPyD se alza con el cuarto puesto y obtiene un diputado (también por Valencia) al aumentar considerablemente sus votos: de unos 19.000 (un 0,7%) pasa a casi 146.000 (un 5,6%).
Por último, Compromís da un salto importante al obtener representación parlamentaria. Consigue 125.000 votos (un 4,8%), cuando hace tres años apenas superaba el 1% con cerca de 30.000 votos. Un buen resultado que seguramente tiene que ver con la imagen de “compromiso” lograda, entre otras cosas, en su labor de denuncia de la corrupción en esta comunidad. Compromís está constituida por la alianza entre el Bloc Nacionalista Valencià (una escisión de EU) y Els Verds. En esta ocasión estaba acompaña por Equo, y aunque no se notase mucho en la campaña, su relación parece que puede ser duradera y fructífera.
Región de Murcia. Los resultados han sido los vaticinados por las encuestas previas: el PP vuelve a barrer y alcanza un nuevo récord en sus mejores resultados en toda España. Al tiempo, el PSRM baja a su peor resultado histórico, y encabeza los más bajos del PSOE. Con una participación del 75,5% (4 puntos menos que en 2008, pero otros 4 por encima de la media estatal), el PP sólo aumenta 2.000 votos, y es el desplome del PSRM el que hace que el triunfo popular sea tan aplastante. Los socialistas pierden 98.000 votos (doce puntos sobre 2008) y se hunden hasta el 20,95%, con 153.672. A 43 puntos de distancia, el PP alcanza el 64,27%, con 471.354 votos. Por ello, los populares suben de siete a ocho diputados, el mismo diputado que pierde el PSRM, que se queda sólo con dos.
El batacazo socialista ha sido enorme y no sólo es atribuible a su descenso generalizado. Su secretario general ha anunciado ya que se abre el tiempo de su sucesión definitiva al frente del partido, una salida reclamada ya hace tiempo en muchos sectores. Los casi cien mil votos que pierde el PSRM han ido a parar, previsiblemente, a la abstención, a UPyD y a IU.
La sorpresa de las urnas ha sido, indiscutiblemente, la de UPyD, que multiplica por seis sus resultados, al pasar de 7.172 votos y un escaso 0,9% en 2008 a alcanzar ahora 46.000 votos y un 6,2%. Se queda a unos diez mil de obtener diputado y desplaza a IU como tercera fuerza política regional. IU, pese a contar con un cabeza de lista muy respetado en el mudo ecologista y ciudadano, no logra, así, un buen resultado, porque sólo consigue doblar sus resultados anteriores, obteniendo 42.000 votos y el 5,7%, pero queda más lejos de recuperar la representación perdida en 1996. Mientras, en quinto lugar, Equo sólo cosechó 4.500 votos (0,6%).
El voto en blanco y el nulo alcanzaron, respectivamente, cerca de 7.000 votos, un 1,8% conjuntamente, menos de la mitad de lo que supusieron en las pasadas autonómicas.
En el Senado, de cuatro senadores a elegir, tres serán populares y uno socialista. Dentro del campo minoritario, lo inédito ha sido la constitución, a iniciativa de diferentes colectivos sociales murcianos, de una candidatura ciudadana llamada Asamblea para el Senado. Una plataforma ciudadana que, bajo la idea “las personas primero, los partidos detrás”, elaboró de forma participativa un programa muy ligado a las luchas y reivindicaciones de “más y mejor democracia” y de defensa de los derechos sociales, y que eligió en primarias abiertas a sus candidatos. A pesar de que esta iniciativa contó con el apoyo expreso de IU, Equo y Movimiento por Santomera, el poco tiempo transcurrido desde su constitución, con el consiguiente desconocimiento general sobre su existencia, junto a otros factores, explica sus escasos 10.000 votos (1,5%), muy lejos de los alcanzados por separado por IU y Equo en sus listas al Congreso.
Navarra y País Vasco. La participación electoral en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) ha sido de un 69%, más baja que la media estatal; sin embargo, ha aumentado en 5 puntos a la registrada en 2008. Seguramente, fruto de los cambios producidos en estos meses de atrás. Por lo que hace a los porcentajes de votos nulos y blancos, se mantienen por debajo de los recogidos en el conjunto del Estado.
La primera consideración general que se puede hacer es que los resultados reproducen los rasgos apuntados en las pasadas elecciones municipales. Entre otros: el estrechamiento o aproximación entre las dos grandes corrientes nacionalistas.
El PNV aparece como la fuerza más votada (323.500 votos, un 27,46%, con un incremento en votos de unos 17.000); sin embargo, pierde un escaño por Gipuzkoa de los dos que tenía, manteniendo los 3 de Bizkaia y uno de Álava.
Amaiur, por su parte, recoge 284.500 votos y obtiene 6 diputados: 3 por Gipuzkoa, 2 por Bizkaia y uno por Álava.
La tercera fuerza más votada es el PSE-PSOE, que ha tenido que afrontar estas elecciones en unas adversas condiciones por partida doble: el castigo general al PSOE y su fracaso al frente del Gobierno vasco. De 430.000 votos pasa a 254.000 y pierde nada menos que 5 de los 9 escaños que tenía: 2 por Gipuzkoa y Bizkaia, y uno por Álava, en donde cede al PP el primer lugar en esa circunscripción.
El PP no aprovecha la marea azul y simplemente mantiene sus votos (por encima de 200.000) y sus 3 diputados.
Si consideramos, por un lado, que ni EU-IU ni UPyD se aprovechan de los votos que pierde el PSE y que en esta ocasión, con bastante seguridad, la abstención deja de nutrirse de la izquierda abertzale y lo hace con el electorado desafecto socialista, podemos concluir que no hay ensanchamiento del voto nacionalista.
Comunidad Foral de Navarra. El análisis de los resultados en Navarra y de las condiciones en las que se producen permiten los siguientes comentarios.
· En primer lugar, la sorprendente bajada de UPN-PP en unas condiciones favorables, que le impide obtener el tercer escaño por 243 votos en favor de Geroa-Bai. A toro pasado, la pérdida del centro-derecha (6.958 votos) puede tener que ver con los sobresueldos clandestinamente percibidos por el Gobierno navarro vía la Caja de Navarra; con el conflicto entre el expresidente Miguel Sanz –dijo públicamente que no les votaría– y la presidenta Yolanda Barcina, a raíz de la alianza con el PP; con los vaivenes a que han sometido a sus electorados con divisiones primero, luego uniones entre ambos partidos; con los recortes sociales…

· En segundo lugar, el batacazo socialista, por encima del estatal, que le mantiene como segunda fuerza con un escaño, perdiendo otro. Al debate y a las repercusiones de la debacle en el socialismo español hay que añadir aquí la persistencia de un declive endémico que dura más de 16 años y la inconsistencia de una alianza de gobierno bajo la hegemonía de la derecha que no tiene un argumento sólido ante su electorado. Podría justificarse su negativa a unirse con la izquierda abertzale mientras persista ETA (1); pero no tiene sentido el adentrarse en un Gobierno del centro-derecha en plena crisis económica, que diluye la autonomía de su proyecto...
· En tercer lugar, el éxito del nacionalismo vasco en Navarra. Con el 27,6% de los votos emitidos, logra el 40% de la representación en el Congreso. Consolida así la representación obtenida en las municipales y forales (28,69%) y añade otro escaño al que ya poseía. Dentro de esa corriente electoral no es sorprendente el reparto equilibrado entre la izquierda abertzale (Amaiur) y Geroa-Bai, la rama más moderada del abertzalismo formada por independientes, principalmente nacionalistas vascos, y PNV.
Influye en ese reparto, por un lado, el balance político negativo de ETA para la causa nacionalista vasca en Navarra, a diferencia de la CAV, donde la pinza objetiva entre ETA y el PNV sobre PSE y PP ha sido desgraciadamente muy eficaz. Y por otro, la existencia de un complejo de fuerzas de que está funcionando bien y que se basa en varios elementos: uno, la asunción positiva de la experiencia electoral de Na-Bai (2); dos, la influencia de Diario de Noticias, que actúa al servicio del nacionalismo vasco moderado y que aparece como la alternativa a la prensa del centro-derecha; y tres, el enlace de Uxue con esos sectores sociales, apareciendo como su mejor símbolo y ampliando sus apoyos.
Y, por último, está el mantenimiento de Izquierda-Ezkerra (n) –la fuerza electoral nacida del acuerdo entre IU y Batzarre, que dejó Na-Bai– en unas condiciones difíciles frente al voto útil y con escasos recursos en los medios de comunicación, que confirma la existencia de un suelo estable par esta corriente de izquierdas en nuestra Navarra tan profundamente plural. Izquierda-Ezkerra (n) mantiene un apoyo electoral importante en las zonas urbanas y esto le permite disponer de un cauce institucional suficiente e importante para ofrecer su proyecto de izquierdas.
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(1) Cuando toma la decisión no existía el anuncio del cese definitivo de la lucha armada por parte de ETA ni éste está formalmente consumado.
(2) Una experiencia muy bien valorada por los sectores nacionalistas vascos moderados que en este momento de fuerte cambio en las filas nacionalistas vascas desoye el llamamiento de EA y Aralar para incorporarse a la izquierda abertzale y también por alguna gente vasquista de izquierdas.
Para la elaboración de estos datos y comentarios hemos contado con la información facilitada por Francisco Majuelos (Andalucía), Concha Rodríguez (Aragón), Cheni Uría (Asturias), J. K. Iradi (Castilla y León), Juanma Brito (Canarias), Alfonso Bolado (Catalunya) y Jesús Urra (Navarra).

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