(The Washington Post, 3 de mayo de 2019).
Vox es un fenómeno español y también parte de un movimiento
internacional. Para entenderlo es necesario estudiar sus estrategias de
comunicación y financiación.
Amanece en la campiña española. En cámara lenta, un hombre camina, corre y salta una
cerca. Como en una película de Hollywood, el hombre cruza un campo de trigo mientras
roza las espigas con sus manos. Durante todo este tiempo, suena una música mientras
una voz narra: «Si no te ríes del honor porque no quieres vivir entre traidores… si
anhelas nuevos horizontes sin despreciar tus viejos orígenes… si conservas intacta tu
honradez en tiempos de corrupción…».
Sale el sol. El hombre sube por un camino empinado, cruza un río y queda atrapado en
una tormenta. “Si sientes gratitud y orgullo por quienes, de uniforme, guardan el
muro… si amas a tu patria como amas a tus padres…”. La música alcanza el clímax, el
hombre alcanza la cima de la montaña y la voz culmina: “… sabrás que estás logrando
hacer a España grande otra vez”. Las últimas palabras aparecen en la pantalla como
eslogan: Hacer España grande otra vez.