nuevatribuna.es, 03 de Enero de 2019.
El retroceso de las cotizaciones y el aumento de la volatilidad de
los mercados de acciones son inequívocos e intensos.
Los principales índices bursátiles de todo el mundo han sufrido en la segunda mitad de
2018 caídas muy importantes en medio de una volatilidad y un nerviosismo crecientes
de los mercados. ¿Qué significa ese retroceso? ¿Tiene algo que ver con la economía
productiva o real? ¿Podría ser un indicador adelantado de una nueva recesión capaz de
volver a destruir empleos, hundir los ingresos del sector público, desbaratar tejido
empresarial y menguar la capacidad adquisitiva de la mayoría social? ¿Vamos camino
de un nuevo desastre económico o hay herramientas políticas y consensos suficientes
para lograr un aterrizaje suave de la economía mundial en forma de paulatina
desaceleración del crecimiento?