Enero de 2019.
La preocupación sobre el crecimiento de Vox dió lugar a un diálogo,
a vuelapluma y poco sistemático, entre Julio Loras, biólogo y Albert
Fabà, sociolingüista. El diálogo se desarrolló entre el momento en
que se hicieron públicos los resultados de las elecciones andaluzas y
la constitución del nuevo gobierno andaluz. Hemos pensado que
quizás su lectura puede tener alguna utilidad para quienes leen
Pensamiento Critico.
Julio.- Estoy muy preocupado por lo que ha pasado en Andalucía. Creo que la fuerte
irrupción allí de Vox es el anuncio de lo mismo en todas las elecciones que vienen. Me
parece que Vox ha llegado para quedarse y, lo que es peor, para crecer.
Albert.- Comparto tu preocupación. Pero creo que lo primero que hay que hacer es
comprender el hecho. ¿Qué ha posibilitado esa irrupción de la extrema derecha en la
política andaluza (y española)?
Hasta hace poco la opinión de que eso no podía pasar era prácticamente unánime. Se
argumentaba que el PP aglutinaba a toda la derecha, sin excepción. Durante un largo
período de tiempo fue así, pero la aparición de Ciudadanos ya supuso una grieta en el
monopolio derechista del PP. Ciertamente, en un primer momento Rivera flirteó con un
supuesto centrismo (que facilitó, por cierto Sánchez, al apuntar un posible gobierno
PSOE-Ciudadanos), que intentó avalar con una política de alianzas muy diversificada
(en Andalucía facilitó el gobierno de Susana Díaz, mientras que en Madrid hizo lo
propio con el PP).
Con el resultado de las elecciones andaluzas Ciudadanos tendrá que definirse con más
claridad, ya que todo apunta a un gobierno presidido por el PP, con participación del
partido de Arrimadas y Rivera y el apoyo externo de Vox. Por todo ello la irrupción de
Vox convierte a la derecha española en un espacio menos homogeneo, formado por tres
partidos, PP, Ciudadanos y el partido de extrema derecha. Habrá que ver cuál es la
dinámica que acaba imperando en dicho espacio.
Retornando a las causas que han facilitado el éxito de Vox en Andalucía, creo que hay
dos elementos diferenciados. En primer lugar la importante abstención en el electorado
de la izquierda. Susana Díaz ha perdido 400.000 votos y Podemos/IU otro tanto,
280.000 votos, aproximadamente. En segundo lugar la erosión del PP (la corrupción y,
por otra parte, la gestión de Rajoy de la crisis catalana, que para algunas gentes se ha
considerado excesivamente suave). ¿Estás de acuerdo en el diagnóstico?