Cuadernos de Trabajo Social, 20 de Febrero de 2024.
Este artículo tiene como objetivo reflexionar sobre cómo experimentan las mujeres su salida de los centros penitenciarios, en concreto, en el mismo se analizan las formas en que una casa de acogida para los permisos de salida y los terceros grados combina funciones como dispositivo de control y acompañamiento. Es decir, mediante la extensión del control, las fronteras entre el adentro y el afuera de la prisión parecen diluirse, cobrando importancia explorar las continuidades-discontinuidades del castigo. Las experiencias de privación de libertad de las mujeres están marcadas por distintas capas entretejidas de control social, aparte del propio sistema penitenciario. En este contexto, este recurso externo de acogida constituye una de ellas, que permite examinar cómo el control continúa estando presente en las vidas en semi-libertad y, en ocasiones, en libertad. Se trata de un trabajo de campo realizado entre 2017 y 2021 en la Comunidad Autónoma de Andalucía, en un Centro Penitenciario y un Centro de Inserción Social mixtos, en una casa de acogida para mujeres en segundo y tercer grado y en una asociación que interviene en prisión.