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CAPÍTULO IX

“EL MAL Y EL MALO”

En el que se narra de lo que platicaron la Magdalena y Elías en un café de chinos; se explica que la geografía del mal está chueca y que el mundo está lleno de ventanas y puertas; se da razón de cómo los comandantes zapatistas armaron el rompecabezas enviado por el finado Don Manolo; y se da cuenta de lo que pasó cuando Elías fue a su trabajadero del Belascoarán, de las preguntas que se hicieron y de las respuestas que se dieron, del acuerdo al que llegaron, y de cómo se inició una partida de dominó de futuro incierto. Todo esto y, además, algunas reflexiones (o definiciones) sobre el mal y el malo, hechas por invitados involuntarios a esta novela. Que sea que es como un papá muy grande, que sea un papá muy chingón, que dicen los ciudadanos.

Que sea que es como un papá muy grande, que sea un papá muy chingón, que dicen los ciudadanos.

Así dije yo, Elías Contreras, comisión de investigación del EZLN. Y entonces la Magdalena se echó una risa grande. Y entonces dale con risa y risa. Y entonces nomás no paraba. Y entonces hasta se tuvo que ir al baño porque de la risadera le dieron ganas de ir a 25, que sea orinar. Y entonces toda la gente nos miraba porque mucho reía la Magdalena. Y bueno, también porque traía un vestidito muy chiquito y mostrando todo, que sea que andaba bien encuerada, la Magdalena. Y entonces es que arresulta que estábamos tomando un café en un café de chinos que está en la calle de Puente de Alvarado, ya tarde en la noche, porque arresulta que la Magdalena pasó por mí a un su cuartito que queda en la coloña Guerrero, allá en el monstruo, que sea en la Ciudad de México. Y entonces en ese cuartito estaba yo sufriendo un poco bastante porque arresulta que le cortaron el agua a la Magdalena, que sea que había que subir el agua con cubeta por las escaleras, y entonces la cubeta estaba hoyada, que sea que se le salía un buen tanto de agua y entonces pues tenía que dar varias vueltas, y entonces era un tiradero y entonces me resbalé y me caí. Y entonces lo estaba lavando mi ropa y entonces sin darme cuenta lo eché cloro a mi pantalón y se puso como pálido, como enfermo de descolorido, y la camisa, que era blanca, pues ya no es blanca, que sea que quedó como manchada porque la metí en la misma cubeta del pantalón, y entonces pues estaba yo sufriendo porque que sea que ésa era mi ropa de salir, que sea la mejorcita que llevaba yo a mi comisión de investigación en el monstruo, que sea en la Ciudad de México. Y entonces llegó la Magdalena a decirme que esa noche había mucha competencia en la taloneada y que lo único que iba a agarrar era una gripa y entonces me dijo que vámonos a tomar un café a un café que yo te invito, dijo, que sea que la Magdalena me invitaba. Y entonces, sin cambiarse la ropa, que sea sin ponerse nada más porque tampoco tenía mucha ropa encima, nos fuimos a ese café de chinos. Y entonces, en el café onde tomábamos café, nos pusimos a platicar y entonces yo le pregunté a la Magdalena que qué cosa les dijo a los judiciales, que sea a la justicia, que me quería detener la otra noche, que sea que qué les dijo para que no me llevaran en la patrulla. Y entonces la Magdalena me dijo que les dijo a los judiciales que yo era su “padrote”. Y entonces la Magdalena me preguntó si yo sé que cosa es “padrote” y yo le dije que sí sé y entonces ella, que sea él, me preguntó qué cosa es “padrote” y entonces yo le contesté eso de que es un papá muy grande, que sea muy chingón y entonces ella empezó con su risadera y tardó un buen tanto de tiempo. Y entonces, ya cuando se calmó de su risadera, yo le dije que entonces él, que sea ella, era como mi hijo o hija, según.

Y ella se pasó de la risadera a la chilladera, que sea que la Magdalena tiene muy revuelto su pensamiento porque un rato está rise y rise y otra vuelta ya está con la lloradera. Y entonces ya le pasé mi café con leche porque ella, que sea él, ya se había acabado el suyo. Y entonces ya con el café se calmó un poco pero siempre algo se lloraba. Y entonces yo le dije que no estuviera triste su corazón. Y entonces él, que sea ella, me dijo que no estaba triste, que lloraba porque estaba contenta, que sea contento. Y entonces yo claro lo miré que sí es cierto que la Magdalena tiene muy revuelto su pensamiento. Y entonces yo le dije que cuando derrotemos al mal y al malo, ella, que sea él, se iba a poder enderezar lo que estaba chueco y hasta se iba a conseguir un su marido y que yo mero iba a ser su padrino de casamiento y que íbamos a llevar una marimba para echar baile y que íbamos a dar pozol y tostadas dulces y quien quita y hasta matábamos una vaca, según si conseguíamos la paga, y echábamos caldo. Y entonces la Magdalena nomás decía “Ay Elías, ay Elías” y se reía y se chillaba pero al mismo tiempo todo, que sea que era un relajo. Y entonces ella, que sea él, dijo que ojalá ganemos la guerra porque nosotros, que sea los zapatistas, sí estamos luchando por la gente jodida. Y entonces él, que sea ella, dijo que no importa si ella, que sea él, lo mira el día o la noche, según, cuando ganemos, pero que nos apoya en todo lo que pueda porque una causa así, que sea la causa zapatista, se merece el apoyo de lo mejor y que lo mejor está siempre abajo, en la gente jodida. Y entonces la Magdalena me preguntó que ónde están el mal y el mal para ir a partirles su madre orita mismo, dijo. Y entonces yo le conté que eso mero es lo que estoy investigando, que sea ónde mero tienen su casa, que sea su trabajadero, el mal y el malo.

EL MAL Y EL MALO SEGÚN FEDERICO GARCÍA LORCA.

Español, poeta, fusilado por los falangistas de Francisco Franco, acusado de ser homosexual, intelectual, crítico de la iglesia y enemigo del conservadurismo.

“Los caballos negros son,

las herraduras son negras.

Sobre las capas relucen

manchas de tinta y de cera.

Tienen, por eso no lloran,

de plomo las calaveras.

Con el alma de charol

vienen por la carretera.

Jorobados y nocturnos,

por donde animan ordenan

silencios de goma oscura

y miedos de fina arena.

Pasan, si quieren pasar,

y ocultan en la cabeza

una vaga astronomía

de pistolas inconcretas.”

Fragmento de “Romance de la Guardia Civil Española”, en “Romancero Gitano”. 1924-1927.

EL MAL Y EL MALO SEGÚN LA MAGDALENA.

Mira Elías, tal vez tú me entiendas porque eres indígena y sabes lo que se siente con la discriminación y el racismo. No sé, hay como un odio a lo que es diferente. Y ese odio no es nada más que te vean mal, que se burlen de ti, que hagan chistes o que te humillen y te insulten. Es algo que llega hasta el crimen. A algunas de nosotras, o nosotros, nos han llegado a asesinar. A veces se sabe y a veces no. Y no me refiero a que nos asesinen en un asalto o un secuestro. No, nos matan nomás por el coraje que les da nuestra diferencia. Y además, por ser lo que somos, si pasa algo malo, de quien primero sospechan es de nosotros, o nosotras. Porque ellos piensan que nuestra diferencia no es natural, sino que es una perversión, una maldad. Como si nuestra preferencia sexual fuera producto de una mente criminal, un rasgo de delincuencia... o de animalidad, porque un obispo dijo que somos como cucarachas. No sé, pero el caso es que si uno, o una, es homosexual, lesbiana, transexual o trabajadora sexual, ya estuvo que es el primer sospechoso o sospechosa de algo malo. Entonces una, o uno, tiene que esconder su diferencia o arrinconarla en una calle oscura. ¿Y por qué vamos a esconder lo que somos? Trabajamos como cualquiera, amamos y odiamos como cualquiera, soñamos como cualquiera, tenemos virtudes y defectos como cualquiera, o sea que somos iguales pero diferentes. Pero no, para ellos no somos normales, somos como fenómenos horribles, degenerados a los que hay que eliminar. Y no me preguntes quienes son ellos porque no te sabría decir bien. Ellos. Todos. Hasta los que se dicen progresistas, democráticos, de izquierda. Ya vez que en lo de Digna Ochoa y Pável González las autoridades dijeron que ella era lesbiana y que el Pável era homosexual, como si eso fuera un argumento para no hacer justicia. Y que, como eran así, pues se deprimieron y mejor se suicidaron. Da asco. Pinche ciudad de la esperanza. Sí, porque si algo malo le pasa a alguien como nosotros o nosotras, todos dicen “se lo merecía”, “por algo será”, y cosas así. Además, ¿no se usa la referencia homosexual para insultar a alguien? “Puto”, “marimacha”, “mampo”, “mariposón”. Bueno, pero qué te cuento a ti si “indio” sigue siendo todavía un insulto en este país que se construyó y se levanta sobre las espaldas de los indígenas. ¿Quiénes con ellos? Pues todos. O ninguno. Es como un ambiente. Como algo que está en el aire. Y luego pues son hipócritas, porque los mismos que de día nos insultan y persiguen, en la noche llegan a buscarnos “para saber qué se siente” o para que su cuerpo confiese lo que su cabeza niega, o sea que son como nosotros. Cierto que a veces también somos agresivos, pero es que sólo así nos defendemos. Si todo el tiempo se la pasan chingándonos, pues claro que lo primero que pensamos es que alguien se acerca para hacernos daño. La misma repulsa que provocamos la usamos para protegernos. Pero, ¿por qué tiene qué ser así? Yo quisiera que fuera cierto lo que me dijiste, que pudiera operarme y que mi cuerpo fuera lo que soy, y casarme, y tener hijos. Pero no quisiera mentirle a ellos, a mis hijos, sobre lo que fui. Y no quisiera que ellos se avergonzaran de mí. Cierto que ha habido cambios, que ya la homosexualidad y el lesbianismo no son tan perseguidos, pero eso es arriba, con la gente de dinero o de prestigio. Pero acá abajo sigue la misma chingadera. El mal es esa incapacidad de la gente para tratar de entender la diferencia, porque tratar de entender es respetar. Y luego la gente persigue lo que no entiende. El mal, papá Elías, ¿me dejas que te diga papá?, se oye mejor que “padrote”. El mal, papá Elías, es la incomprensión, la discriminación, la intolerancia. Está en todos lados. O en ninguno...

EL MAL Y EL MALO SEGÚN DON QUIJOTE DE LA MANCHA

Y SANCHO PANZA, SU ESCUDERO.

Viejo desfacedores de entuertos (ahora cumplen 400 años).

“En esto, descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo, y así como Don Quijote los vio, dijo a su escudero: 

- La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ¿ves allí, amigo Sancho Panza, dónde se descubren treinta, o pocos más, desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer?; que ésta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra.

– ¿Qué gigantes? –dijo Sancho Panza.

– Aquellos que allí ves –respondió su amo– de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.

- Mire vuestra merced –respondió Sancho– que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.

- Bien parece –respondió Don Quijote– que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo, quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.”

Miguel de Cervantes Saavedra. El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Tomo I. 1605.

EL MAL Y EL MALO SEGÚN DOÑA SOCORRITO.

Tal Vez camina por la orilla de la playa que, tal vez, a esa hora está casi desierta. Tal vez de vez en cuando se detiene a recoger alguna concha de mar. Tal vez está por cumplir 71 años. Tal vez en marzo. Tal vez la acompaña una de sus nietas. Tal vez la niña tiene menos de 5 años. Tal vez las dos tararean “Que siempre estarás con nosotros / y nosotros contigo / en el mismo bolsillo del pantalón...” Tal vez la niña desafina en la sílaba final.

Tal vez Doña Socorrito está diciendo ahora que el mundo puede ser como una casa grande o como una cárcel pequeña; que el mundo está lleno de ventanas y puertas; que el mundo es un gran rompecabezas lleno de habitaciones, algunas oscuras, algunas iluminadas; que el mundo está lleno de realidades diferentes, distintas, y a veces contradictorias; que en el mundo cada realidad tiene dos puertas y que una es la puerta del mal cierto y otra es la puerta del bien incierto; que a veces uno puede elegir en qué habitación va a vivir; que a veces uno no puede escoger y que la vida y el mal lo avientan a uno donde sea; que si uno puede elegir, entonces tiene que elegir dos veces; que, si puede, uno tiene que elegir dónde estar y, además, por cuál puerta entrar; que el trabajo de los adultos es mostrarles a los niños y niñas todas las ventanas posibles para que se puedan asomar a todas las habitaciones posibles; que el trabajo de los adultos es luchar todo el tiempo porque los niños y niñas tengan siempre la libertad de elegir la habitación del mundo en la que van a estar, y la libertad y la responsabilidad de elegir la puerta por la que van a entrar a esa habitación; que entonces uno puede ser lo que sea y en donde sea, pero tiene que elegir entre ser bueno y ser malo.

Tal vez Doña Socorrito está diciendo que el mal lucha por que no haya libertad ni responsabilidad en elegir habitación y puerta; que los hombres y mujeres que luchan contra el mal no hacen otra cosa que luchar por todos los niños y niñas, sin importar su color, su apellido, su tamaño, su nacionalidad, su raza, su idioma; que de nada sirve un mundo nuevo si nada hacemos por cambiar el que tenemos; que el mal presenta a la niñez como coartada donde el mal es destino manifiesto; que quienes luchan contra el mal quieren que la niñez sea, simple y sencillamente, una mirada abierta.

Tal vez eso dice Doña Socorrito, caminando frente al mar de oriente. Tal vez la niña la escucha.

EL MAL Y EL MALO SEGÚN PEDRO MIGUEL, PERIODISTA

DEL DIARIO MEXICANO LA JORNADA.

“Pero el actual ocupante de la Casa Blanca (George Walker Bush, presidente de Estados Unidos) habla tanto del Altísimo que lleva a preguntarse por la pertinencia de desempolvar la teología y emplearla como instrumento de análisis del mundo contemporáneo (...) George Walker (...) parece estar honestamente convencido de que él y Dios (en ese orden) forman un equipo formidable. Por descontado, el presidente considera que la ayuda divina es el activo más importante que las tradicionales alianzas terrenales de Estados Unidos (Francia, Alemania, España, Canadá) (... ) Si el Imperio Celestial forma parte de esa alianza, qué caso tiene lamentarse por la salida de ella de uno que otro paisucho. Qué necesidad va a tener de formular una definición clara del Mal, si resulta evidente que el Mal es todo aquello que antagonice con el Señor, Quien, a Su vez, ha resultado ser estratega genial, economista preclaro y promotor (re) electoral agudísimo y certero”.

“Bush y Dios”, en “La Jornada”, 25 de enero del 2005.

EL MAL Y EL MALO SEGÚN LA CHAPIS.

La Chapis es monja, hermana, religiosa, o como se le quiera llamar. No se puede decir que “tomó los hábitos” porque anda vestida normal, aunque hay una cierta austeridad y sencillez en su atuendo que la delata. La congregación religiosa a la que pertenece la Chapis es, como dirían los zapatistas, “muy otra”: en lugar de encerrarse a rezar o adular con la promesa de indulgencias a los poderosos, sus integrantes se dedican a esa práctica cristiana que se llama “opción por los pobres”. O sea que, como luego dicen, trabajan con los jodidos. Además de monja, la Chapis es chiquita. Tan pequeña es que el apodo de “Chaparrita” le quedaba grande y por eso le dicen Chapis. O sea que es chaparrita hasta en el sobrenombre. La Chapis escogió como nombre de lucha el de “Lucrecia” porque, dijo, los malos nunca pensarían que “Lucrecia” es una monja. Pero de balde se puso “Lucrecia” porque todos le siguen diciendo Chapis. Chapis Lucrecia está ahora platicando con Elías Contreras, en una fonda de comida corrida, por el rumbo de San Pedro de los Pinos, en el D.F. Elías quiere mucho a la Chapis porque, aunque sabe que Elías está muerto, no le tiene miedo y habla con él, así que Elías está muy a gusto comiendo, por 25 pesos mexicanos, una tacita de consomé de pollo, arroz, hígado encebollado (¡guácala!), arroz con leche, y agua de horchata a discreción. Habla la Chapis, Elías escucha. 

- El problema con el mal y el malo es geográfico. O sea que la geografía del mal fue invertida, la pusieron al revés. Y es que, cuando cuentan la historia de la creación, los ricos voltean todo. Según esto el cielo, o sea el Dios, o sea el bien, está arriba; y el mal y el malo, o sea el diablo, están abajo. Pero no, Dios no está arriba. Para corregir el error fue que Dios mandó a su hijo, o sea a Cristo, a la tierra. O sea para demostrar que el bien, o sea el cielo, no estaba arriba, lejano de lo que pasaba en la tierra. Los poderosos de entonces habían convencido a todos de que la tierra estaba organizada como el cielo, o sea que arriba estaban los buenos, o sea los gobernantes, los que mandaban, y abajo estaban los que obedecían, los malos. O sea que el equivalente del cielo era el gobierno y el equivalente de Dios era el gobernante. O sea que así justificaban, y justifican todavía, que hay que obedecer a los que gobiernan porque son buenos. Ahí está Bush, que trae a Dios como le da la gana, o sea que usa a Dios para justificar sus maldades. Entonces a Cristo lo crucifican porque viene a cuestionar todo eso y, siendo el hijo de Dios, en lugar de reunirse con los gobernantes, cenar en sus palacios, hacer un partido político o convertirse en su asesor, ¿qué hace?, pues se va a nacer en un pesebre, rodeado de animales, crece en una carpintería y se hace una organización con puros pobres. ¿Se iría Dios a donde está el mal? No. Entonces se va con los de abajo y así nos dice que el bien no está arriba, porque si así fuera pues hubiera nacido en la casa del cabrón de Salinas de Gortari o del pinche Bill Gates ése, pero no. Entonces el cielo no está arriba, ni el bien tampoco. El mal está arriba a la derecha, con los ricos, con los que mal gobiernan, con los que oprimen al pueblo. ¿Dónde quedó entonces el bien? No lo sabemos, hay que buscarlo. No sé si, al contrario, el bien está abajo a la izquierda, pero si sé que es un buen inicio empezar a buscarlo por ahí. Por eso yo, cuando rezo, bajo la mirada, porque estoy rezándole al Dios que está con los de abajo. Por eso no estoy de acuerdo con los pinches obispos y sacerdotes que se la pasan con los ricos y se vuelven uno de ellos hasta en la forma de vestir. Así es que yo te aconsejo que, si buscas al mal y al malo, los busques arriba y a la derecha. Seguro que ahí viven. Oye Elías, no me vayas acusar con el Sup de que digo groserías. Si no vas a querer el arroz con leche yo me lo como.

EL MAL Y EL MALO SEGÚN LEONARD PELTIER.

Indígena, artista, escritor y activista por los derechos indígenas en USA, actualmente preso ilegal e injustamente.

“El gobierno, bajo el pretexto de la seguridad y el progreso, nos “libera” de nuestras tierras, recursos, cultura, dignidad y futuro. Ellos violan cada tratado que han hecho con nosotros. Uso la palabra “liberar” en tono de burla y sarcasmo, de la misma manera que ellos usan las palabras “daño colateral” cuando asesinan hombres, mujeres y niños. Ellos describen a la gente que defiende sus tierras como terroristas, salvajes y hostiles, y nos acusan de ser los agresores. Mis palabras buscan encontrar a los no indios. Miren ahora antes de que sea demasiado tarde, vean lo que se está haciendo a otros en vuestro nombre y vean cuánta destrucción permiten ustedes cuando no dicen nada. Su propio tratado, el que existe entre ustedes y el gobierno, es violado todos los días, este tratado es conocido comúnmente como Constitución”.

Penitenciaria de Leavenworth, Kansas, USA.

Enero del 2004.

EL MAL Y EL MALO SEGÚN EL TAL MORALES.

No es que uno sea cínico, sino realista. Y la verdad es que si no chingas, entonces te chingan a ti. Claro que hago negocios, y no me vengan ahora con tonterías de ética y justicia porque todos los negocios son sucios, siempre se trata de comprar barato y vender caro. ¿O cómo creen que se hicieron las grandes fortunas de los hombres y mujeres más respetadas de México y del mundo? Todo se compra y se vende: la tierra, el cuerpo, la conciencia, la Patria. Sí, bueno, no siempre compré. Sí, arrebaté, despojé, pero si no era yo iba a ser otro. Y es que hay gente que nace para estar jodida, como que lo traen en la frente grabado: “chínguenme”. ¿Traicioné? Depende de cómo lo vea uno. Según yo, sólo cambié de paradigma, y eso lo hacen todos en todo el mundo, nomás que le dicen “madurar”, “realismo”, “sensatez”. ¿Maté? Pues sí, pero es que uno no puede ascender sin mancharse las manos. No, nunca lo hice de frente. No por cobardía, es que me da lástima ver los ojos de los futuros difuntos. Además, de todas formas se iban a morir, yo sólo les apuré la despedida. Bueno, sí, a veces sí tuve miedo de matar de frente porque era gente brava. ¿Engañe? No más que cualquiera de los políticos o empresarios.

Bueno, es que hay niveles. O sea que en esto de la maldad hay amateurs y profesionales. Yo soy de los profesionales, pero empecé como amateur. Y no pierdo la esperanza de entrar a las grandes ligas, o sea entrarle a la política y quien quita y hasta llego a presidente de la República. Si ya otros lo han hecho, no veo por qué yo no. Y es que, mire usted, en el mal hay niveles: están los que joden a los jodidos y están los que joden a los jodedores de jodidos. Yo estoy digamos que en nivel medio. O sea que alguien con mucho poder y dinero quiere hacer un negocio pero no quiere que se sepa y no quiere batallar con las pequeñas dificultades que suelen surgir. Ahí es donde entro yo. Algo así como un intermediario, pero más efectivo porque no sólo veo lo que se va a comprar, también lo preparo, lo limpio y lo entrego lavadito y planchadito. El cliente no se mancha las manos de sangre ni se fastidia con papeleos y trámites. Claro que me quedo con mi comisión. O sea que se puede decir que soy como una especie de intermediario del mal. Mire usted, ¿sabe cuál es la ciencia para triunfar en esto de la maldad? Pues saber caer parado siempre, jugar en todas las canchas y con todos los equipos, estar bien con dios y con el diablo, chingar al que está siendo chingado por el más chingón, bajar la mirada ante el poderoso y alzarla ante el débil. En suma, hacer política moderna. O sea que en esto de la maldad hay que tener buen “timming”. ¿Qué? ¿Mirarme al espejo? No, para qué, si con influencias y dinero todos te miran muy guapo. ¿Qué si tengo alguna aspiración? Como no, mire usted yo aspiro a legar a viejito sin ningún problema y, eso sí, con el colchón forrado de tarjetas de crédito y unos cuantos millones en bancos en el extranjero. Sí, viejito así como el Pinochet. Ya ven que los viejitos inspiran lástima, no importa cuántas chingaderas hayan hecho ni cuántos cristianos se hayan despachado. En este negocio de la maldad, la jugada está en llegar a viejo, si no dígame usted a quien de los malosos que esté viejito lo han castigado. ¿Militancia política? Bueno, pues me cambio según me conviene, o sea que mis convicciones políticas son como mis calzones. Sí, cualquier partido político te acepta si te pones guapo con una feria. Dinero, sí, eso es lo que buscan ellos, lo que buscamos todos. Y yo sé dónde está el dinero y lo que hay que hacer para conseguirlo. ¿Tenerle miedo a la justicia? No me haga reír, ¿qué no ha entendido que nosotros somos la justicia?

EL MAL Y EL MALO SEGÚN ANGELA Y. DAVIS. Activista norteamericana contra el racismo y la represión política. Estuvo presa injusta e ilegalmente.

“La publicitada función de la policía, “proteger y servir a la gente”, llega a ser la caricatura grotesca de proteger y preservar los intereses de nuestros opresores y no está a nuestro servicio sino al servicio de la injusticia. El Fascismo es un proceso, crece y se desarrolla con la naturalidad de un cáncer. Mientras que hoy la amenaza del fascismo puede estar primariamente restringida al uso de los aparatos de la ley, las fuerzas policiales, el aparato judicial y penal, en contra de las resistencias abiertas y latentes de las nacionalidades oprimidas, mañana podrían atacar a la clase trabajadora en masa y aún eventualmente a los demócratas moderados”.

Cárcel del Condado de Marin, USA.

Mayo de 1971.

EL MAL Y EL MALO SEGÚN EL RUSO.

Traicionar la memoria de nuestros muertos. Renegar de lo que somos. Perder la memoria. Vender nuestra dignidad. Avergonzarnos de ser indígenas o negros o chicanos o musulmanes o amarillos o blancos o rojos o gays o lesbianas o transexuales o flacos o godos o altos o chaparros. Olvidar nuestra historia. Olvidarnos de nosotros mismos. Aceptar lo que nos da de tragar el poderoso. Rendirnos. No luchar. Hacer como que no vemos que los pinches fascistas se están apoderando de todo. Asumir el “dejar hacer, dejar pasar” en nuestras vidas y dejar hacer al poderoso y dejar pasar las chingaderas que están haciendo con nosotros. Dejarnos engañar por los medios de comunicación. Pelearnos entre compañeros de lucha. Pelearnos contra los que están jodidos como nosotros. Dejar que le metan mano a la tierra y la envenenen con sus pinches transgénicos. Quedarnos callados ante las guerras de dominación. Votar por Bush. Comprar en la Wall Mart. Mentirnos a nosotros mismos y mentirles a los nuestros. Dejar que ellos atropellen, maten, saqueen, engañen y, al final, se salgan con la suya. Eso es el mal. Eso y otras cosas que ahorita no puedo decir porque ya me encabroné. Ahí está su pinche torta.

EL MAL Y EL MALO SEGÚN EL GENERAL VICENTE ROJO, Jefe del Estado Mayor Central del Ejército Popular Republicano. Combatió contra los franquistas en defensa de la República Española.

“La No Intervención pesaba como una losa sobare la República; y en tanto se creaba en torno de ésta una atmósfera de aislamiento, nosotros podíamos recibir informes fidedignos relativos a las armas y pertrechos de guerra de todas clases que desembarcaban en los puertos del Cantábrico y del Sur; apreciábamos cómo, a base de la frustrada derrota total de la República, esperada en el mes de abril, se firmaban pactos con los países que invadían nuestro suelo; veíamos crecer incesantemente los contingentes de técnicos alemanes y los italianos que nutrían las Divisiones de Gambara, y contemplábamos cómo se sucedían en el aire los nuevos modelos de aviones italianos y alemanes, salidos de la experiencia de nuestra guerra, para hacer nuevos experimentos en la carne y en la tierra españolas. ¿Qué terrible delito había cometido una República que defendía su Constitución y sus leyes, para que se la sometiese internacionalmente a una asfixia material y moral, condenándola a ver esterilizados sus esfuerzos?

En “España Heroica”. 1942.

EL MAL Y EL MALO SEGÚN EL CHINO.

Hay una especie de Internacional de la derecha. Sí, así como hubo una internacional de la izquierda, aunque luego se hizo un desmadre y desapareció. Ya ven que nos mataron a León Trotski y nos persiguieron mientras duró el campo socialista. Para eso servía el internacionalismo proletario, para que la izquierda se chingara internacionalmente. Sí pues, a la internacional de izquierda no la acabó el imperialismo o la CIA, nosotros mismos le dimos en la madre y tan-tan, se acabó, kaput, la internacional. Nomás que la de la derecha sigue y ahora se está reorganizando. Eso es lo que es la globalización neoliberal, una reorganización internacional de la derecha. Pero la derecha sí aprendió lo que no aprendimos nosotros, o sea la vieja izquierda no de la de ahora que ni a centro llega. Y es que la derecha tiene su parte abierta y su parte clandestina. Y aprendió a infiltrarse, Infiltró a la Iglesia, a los partidos políticos, a los medios de comunicación, a las universidades, a los empresarios, a los sindicatos, al ejército, a la policía, a los jueces, a los diputados y senadores, hasta a los equipos de fútbol. Pero no vaya usted a creer que la derecha es muy bien portadita y muy disciplinada. No, tiene sus divisiones y sus pugnas. Por ejemplo, están los “doctrinarios” y los “negociantes”, éstos últimos van por la plata, la marmaja, el money, la luz, la pachocha, el varo, el dinero pues, y aparecen en todos lados. Los “doctrinarios” son los que se encargan de la parte ideológica y no ven bien a los “negocientes”. Como quien dice, la derecha tiene sus contradicciones internas. Los “doctrinarios” son fanáticos y ésos sí son capaces de provocar guerras. Andele, sí, como la de los cristeros. Los “negociantes” son más prácticos, o sea que le ponen precio a su “paciente prudencia”, un puestito grande, mediano o chico y ya. ¿A poco no ha visto cómo los panistas saltan de un partido a otro? Bueno, es cierto, de todos los partidos, no sólo el PAN. Andele, sí el PAN es un excelente ejemplo de una filial de la internacional fascista. La Internacional del Mal, eso es la globalización. Son 45 pesos de la regadera, con el champú, el jabón y la toalla. Sí, es que estamos en oferta porque hace mucho frío y nadie se baña. Puro desodorante se echan. Sí, a veces ni eso.

EL MAL Y EL MALO SEGÚN MUMIA ABU JAMAL, periodista y activista contra el racismo, actualmente condenado a muerte, injusta e ilegalmente, en USA.

(Haciendo referencia la reciente devastación provocada por los tsunamis en las costas de Asia). Hay otra guerra del agua que está emergiendo y que puede afectar la vida de millones (...) A lo largo de todo el globo, en Africa, Asia y Latinoamérica –incluso aquí, en Norteamérica–, la gente está viviendo bajo la amenaza de la corporativización del agua y de los sistemas acuíferos. Las aguas de la tierra, que habían sido, desde el amanecer de la civilización humana, para el uso colectivo de la comunidad, se están convirtiendo rápidamente sólo en una comodidad más –algo para vender. Si tienes para conseguirla, bien. Si no, peor (...) Dentro de poco, habrá dinero en el agua, y donde hay dinero hay, también, corporaciones tratando de obtener ganancias. Ese es el lado oscuro, invisible y traidor de la globalización que promueven los gobiernos occidentales y las corporaciones. Eso también es lo que realmente significa la privatización: tomar la herencia común de la naturaleza y convertirla en una propiedad privada más”.

Pasillo de la Muerte de Pennsylvania, USA.

30 de diciembre del 2004.

EL MAL Y EL MALO SEGÚN LA COMANDANTA ESTHER Y EL COMANDANTE DAVID

(Esther y David le explican al Sup el probable origen de los apuntes de Manuel Vázquez Montalbán).

Yo creo que lo que pasó es que Don Manolo estaba haciendo un escrito sobre la derecha en el gobierno de la España...–, empieza David mientras revisa sus apuntes.

-Sí–, dice Esther, –o sea que estaba viendo como el franquismo se había reorganizado–.

-Entonces estaba investigando a la organización española ésa de “Ciudad Católica” y miró que esa organización fascista tenía relaciones con otras organizaciones de extrema derecha en otros países– dice David mientras señala un mapamundi. 

- En México con la organización que se llama EL YUNQUE–, señala Esther mientras muestra el libro del mismo nombre, de Alvaro Delgado, y continúa: 

- Bueno, entonces acá en México tenemos que, desde 1998, empieza a hacer viajes a Chiapas la que se llama Comisión Internacional de Observación de Derechos Humanos, que está, o estaba, formada por personas de varios países del mundo, principalmente de Europa, que estaban preocupadas por las violaciones a los derechos humanos de las comunidades indígenas, la militarización y paramilitarización. Esta Comisión hace su primer viaje después de la matanza de Acteal y en pleno ataque de Zedillo y del Croquetas Albores en contra de los municipios autónomos. Para evitar que vieran sus chingaderas, el gobierno expulsa de México a varias de esas personas, principalmente de Italia.

David sigue con la argumentación: 

- En esa Comisión participaba, o participa, Daniel, el hijo de Don Manolo, que, entre otras cosas, le hace a lo del video. Así que, en los trabajos de la Comisión, Daniel Vázquez Montalbán tomó videos de los puestos militares y de las reuniones con los del mal gobierno de Zedillo. De regreso en Barcelona, Don Manolo vio, en compañía de un tal Pepe Carvalho, los videos que filmó su hijo en Chiapas–.

David vuelve a checar sus apuntes y sigue hablando:

- Pepe Carvalho era, o es, un detective y le estaba ayudando a Don Manolo en la investigación del neofranquismo en el Estado Español. Cuando están viendo los videos, el señor Carvalho pidió que repitieran las partes donde aparecen los representantes del mal gobierno de Zedillo y los de los puestos militares. Ni Don Manolo ni su hijo entendieron por qué, pero lo hicieron. En determinado momento, el señor Carvalho identificó a alguien diciendo “Ese es Morales”. Esa persona aparecía a un lado del General Renán Castillo que, como tú sabes, es el que organizó los grupos paramilitares en los Altos de Chiapas y fue, junto con Zedillo, uno de los que planeó la matanza de Acteal el 22 de diciembre de 1997–.

Y entonces el señor Carvalho le explicó a Don Manolo que, en su investigación sobre la derecha en España, había topado varias veces con ese personaje y que sabía que tenía buenas relaciones con el gobierno de José María Aznar y que lo conocían por “Morales”, así nomás, sin más datos. Entonces lo que hace Don Manolo es pedirle a Carvalho que investigue más del tal Morales–, dice Esther.

- O sea que, como decimos acá, le pide que le ponga “cola” al tal Moales–, acota David.

- Eso–, dice Esther –le pone “cola” al tal Morales y descubre lo del hotel, la estación del metro, el centro financiero, la embajada de México. Con alguna maña del Carvalho averiguan lo del maletín con los papeles y lo de los euros.

Ahora es David:

- Siguiendo su investigación descubre relaciones del gobierno de Aznar con los servicios de inteligencia del gobierno mexicano para hostigar a los ciudadanos vascos que residen en nuestro país y acusarlos de pertenecer a la ETA. Como sabes a esos vascos los secuestran, torturan, y ya luego los entregan a los jueces, con las mismas técnicas que usaba la Brigada Blanca en la que se llama “Guerra Sucia”. Carvalho descubre no sólo que en México hay un acuerdo entre los poderosos para que no salga la verdad de la guerra sucia, también descubre que EL YUNQUE está reactivando grupos paramilitares por medio de una de sus organizaciones que se llama “MURO”. Y no sólo, Carvalho además encuentra a...

- El tal Morales–, interrumpe Esther.

–¿Y lo de Montes Azules, la Biodiversidad y las trasnacionales? –pregunta el Sup.

Esther le responde:

– Según el informe que nos pasaste de “Garganta Profunda”, el tal Morales estaría traficando con especies animales de la Selva Lacandona, además de estar en las transas de Julia Carabias y Ernesto Zedillo para vender terrenos de Montes Azules a las trasnacionales. Tal vez Don Manolo lo supo porque el señor Carvalho encontró algo en el maletín del tal Morales y porque supo de la reunión entre Zedillo, Carabias, Tello y Morales allá en las Españas.

- Mmh, ya se empieza a ver completo el rompecabezas–, comenta el Sup encendiendo la pipa.

- ¿Dónde está Elías? –pregunta David.

- En el monstruo. Ya se encontró con el detective Belascoarán, que estuvo de acuerdo en cooperar en la investigación. Elías lo va a ver otra vez en estos días para intercambiar información y decidir qué sigue–, responde el Sup.

- Yo creo que ya hay que traerlo de regreso–, dice Esther.

- Sí –dice David–, según los informes de la Junta de Buen Gobierno de La Realidad, el tal Morales venía en el grupo del Fox que estuvo en la Selva Lacandona en estos días y tuvieron una reunión a puerta cerrada con algunos personajes que llegaron ocultos, por eso el Fox se quedó a dormir ahí. De la comitiva del Fox regresaron todos, menos uno...

- El tal Morales –vuelve a interrumpir Esther.

- La zona de Chiapas en la que estuvo el Fox tiene maderas preciosas, petróleo, mucha riqueza de plantas y animales, uranio... y agua. Si en algún lugar están el mal y el malo es aquí–, dice David y señala con el dedo una parte del mapa de Chiapas, México, que dice “Reserva de la Biosfera Montes Azules”.

EL MAL Y EL MALO SEGÚN JOSE REVUELTAS.

Escritor y militante radical de izquierda en México. Fue, entre otras cosas, preso político

“El PAN representa a los sectores económicos cuyo trabajo es menos “fecundo y creador” en la vida del país. Son los sectores del capital bancario y comercial, del capital inmobiliario y del que vive y medra a la sombra de la importación, y que tiene al prototipo físico de sus representantes en el “licenciado” cuya aparición histórica en el país data de la colonia y la Universidad Pontificia (...) Ahora bien, el anhelo de Acción Nacional y sus licenciados sería el de que México constituyera un campo abierto al desarrollo y la prosperidad de los capitales extranjeros, sin cuyo impulso –según el propio PAN– nuestra economía está condenada a que los buitres le devoren las entrañas, a causa de haberse rebelado contra los dioses, en nuestro caso los grandes intereses del capital imperialista norteamericano”.

“México: una democracia bárbara”. Octubre-Noviembre de 1957.

EL MAL Y EL MALO SEGÚN PABLO NERUDA.

Chileno, poeta y militante de izquierda.

“He visto al mal y al malo, pero no en sus cubiles.

Es una historia de hadas la maldad con caverna.  (...)

Encontré a la maldad sentada en los tribunales

en el Senado la encontré vestida

y peinada, torciendo los debates

y las ideas hacia los bolsillos.

El mal y el malo

recién salían de bañarse: estaban

encuadernados en satisfacciones,

y eran perfectos en la suavidad

de su falso decoro”.

Fragmento de “Se reúne el acero” (1945) en “Canto General”.

PARTES DEL INFORME SOBRE LOS TRABAJOS DE ELIAS EN EL MONSTRUO, ENVIADO POR EL SUB AL COMITÉ CLANDESTINO REVOLUCIONARIO INDIGENACOMANDANCIA GENERAL DEL EJERCITO ZAPATISTA DE LIBERACION NACIONAL A INICIOS DEL AÑO DEL 2005.

Según reportó, Elías fue camarero del restaurante Champs Elisées, en Polanco, y en él provocó uno de los ataques de cólera más agudos que ha padecido Diego Fernández de Cevallos, senador del Partido Acción Nacional, abogado de criminales, amigo de narcotraficantes y arquitecto de la campaña de Santiago Creel, secretario de gobernación, por la candidatura del PAN a la presidencia de México.

Resulta que la “Coyota” (así es como conocen a Fernández de Cevallos), estaba comiendo en ese restaurante con sus amigos Jesús Ortega (un corrupto del PRD, conocido por manejar en beneficio propio la nómina de ese partido, aspira a gobernar el Distrito Federal después del desafuero de López Obrador), Manuel Bartlett (del PRI, vinculado al narcotráfico y aspirante a engancharse con algunos de los grupos de narcos que, tras los precandidatos priístas a la presidencia de la República, se disputan el Poder) y Enrique Jackson (también del PRI, también precandidato, dueño de varios giros negros en el D.F. y, según informes de la DEA norteamericana, también ligado a uno de los cárteles de la droga). A Elías le tocó atenderlos. El señor Fernández de Cevallos le gritó a Elías “A ver tú, pinche indio pata rajada, tráenos el menú” y, volteando a ver a sus compañeros de mesa, agregó “a ver si no se queda dormido este indio holgazán” y los demás lo festejaron con risas y aplausos. Elías les llevó el menú. Al recibirlo, Fernández de Cevallos, le dijo “oye tú, no les vayas a creer a los zapatistas, los indios están para servirnos, para eso los conquistamos”. Más risas y aplausos de los narcolegisladores.

Elías esperó a que terminaran de ordenar, haciendo como que escribía. Se fue y, después de un rato, regresó pero no con la orden, sino con una botella de antiácido, con un moñito pegado y una tarjeta que decía “Para la Coyota y sus crías”. Fernández de Cevallos se puso de todos los colores y no podía ni hablar. Según Elías, la Coyota nomás pelaba tamaños ojotes, como cuando regaña a los reporteros. El capitán de meseros se acercó a ver qué pasaba y Fernández de Cevallos sólo alcanzaba a señalar a Elías, mientras sus tres cochinitos le daban golpes en la espalda y lo abanicaban con las servilletas. Llamaron a una ambulancia. Al subirlo, Fernández de Cevallos alcanzó a balbucear “esos pinches indios”. Tal vez despidieron a Elías, pero él no se quedó para averiguarlo. En esos días Diego Fernández de Cevallos fue hospitalizado, según dijo él, “para hacerse unos análisis clínicos por si tenía cáncer”. En realidad fue un derrame de bilis que hasta le puso verde la barba. En un exclusivo salón de belleza le cobraron un dineral por pintársela con canas. La cuenta la pagó el Senado de la República. (...) Antes de lo de la Coyota Fernández de Cevallos, Elías trabajó como recamarero en el Hotel Oxford, en la colonia Tabacalera. Estando en esa chamba, le colocó un pasamontañas al busto del Che Guevara que se encuentra en el parque que está detrás del Museo San Carlos, en la misma colonia. Eso fue el 8 de octubre del año pasado, 2004. Nadie se percató porque personal de la delegación Cuauhtémoc, en las primeras luces del día, retiró el pasamontañas y el cartelito que decía “Volverá y serán millones”.

EL MAL Y EL MALO SEGÚN MANUEL VAZQUEZ MONTALBAN. Escritor catalán y crítico feroz de la derecha (y también de la izquierda).

“No. No hay verdades únicas, ni luchas finales, pero aún es posible orientarnos mediante las verdades posibles contra las no verdades evidentes y luchar contra ellas. Se puede ver parte de la verdad y no reconocerla. Pero es imposible contemplar el mal y no reconocerlo. El Bien no existe, pero el Mal me parece o me temo que sí”.

En “Panfleto desde el planeta de los simios”.

Finales de 1994.

EL MAL Y EL MALO SEGÚN HECTOR BELASCOARAN Y ELIAS CONTRERAS.

Lo fui a verlo al Belascoarán en su trabajadero, que sea en su oficina. Me fui cuando ya era la tarde, que sea casi la noche. En la mañana había estado leyendo, en el periódico que se llama “La Jornada”, lo que decía un señor muy sabedor que se llama... que se llama... aquí lo tengo... sí, se llama Miguel León Portilla. Y entonces aquí tengo escrito lo que dijo ese señor León Portilla. Que sea que dijo “La palabra ni se vende ni se compra, sentencia un testimonio (prehispánico) que una madre comparte con su hija. Es algo hermoso ¿o no? Cuánto contrasta eso con los que hacen y piensan muchos políticos hoy día”. Así dijo ese señor en ese periódico de “La Jornada”. Y entonces yo lo quedé pensando lo que dijo ese sabedor, pero no tardé mucho porque ya me tenía que ir a buscarlo al Belascoarán.

Creo que era domingo, no muy me acuerdo, pero sí me acuerdo bien que lo pasé frente a la casa ésa grande del periódico que se llama “El Universal” y eran mero las 6 pm hora de Fox, que sea las 1900 hora del frente de combate suroriental. Me acuerdo bien porque, mero cuando estaba pasando enfrente, se escucharon las músicas del Himno Nacional mexicano y entonces yo me cuadré, que sea que me puse firmes y saludando con la mano izquierda apuntando a un lado de mi cabeza, que sea que así saludamos los zapatistas al himno y a la bandera de nuestro país que se llama México. Entonces yo estaba firmes, solitillo en la calle porque nomás nadie más andaba a esa hora ahí, y nomás volteaba los ojos para un lado y para otro para saber ónde mero salía la música del himno que dice “Mexicanos al grito de guerra...”, y nomás no encontraba ónde. Y ya por fin se acabaron las músicas y lo miré que venían del reloj grandote que tiene mero arriba la casa de ese periódico. Bueno, pues esa calle se llama Bucareli y ahí nomás a la vuelta está la oficina del Belascoarán, que sea su trabajadero, en la calle que de un lado se llama “Artículo 123” y del otro lado se llama “Donato Guerra”.

Apenas llegando yo, también se llegaba el Belascoarán cargando unos como vasitos y una bolsita de pan y entonces nos saludamos y ya nos subimos hasta onde trabaja junto con otros tres cristianos que son un poco buenos y echan mucha bulla. Y entonces el Belascoarán me presentó con los otros y les dijo algo así como “Les presento a Elías Contreras, viene de Chiapas”. Y entonces todos me saludaron y me preguntaron que a qué me dedico. Y entonces yo, como vi que el Belascoarán los confía, les dije que soy comisión de investigación. Y entonces el Belascoarán les dijo que yo era detective pero que en mi tierra, que sea en territorio rebelde por la humanidad y contra el neoliberalismo, así les decían, que sea a los detectives les decían “comisión de investigación”. Y entonces yo le dije al Belascoarán que vamos a ver la cosa del tal Morales ése. Y entonces el que eso mero, que vamos a ver la cosa o el caso, según, del tal Morales. Y entonces el Belascoarán me dijo que no se dice “cosa” sino que se dice “caso”. Y entonces yo le dije que eso mero, que vamos a ver la cosa o el caso, según, del tal Morales.

Y entonces el Belascoarán sacó la carpeta que yo le di el otro día, que sea la otra noche, y que tenía los papeles que había mandado el Sup con los informes que teníamos del tal Morales. Pero ahora el Belascoarán los había acomodado los informes con otras sus investigaciones del Belascoarán y todo estaba muy revuelto. Y entonces el Belascoarán había ordenado todo para tener orden y “perspectiva”. Que sea que yo le pregunté qué cosa es esa palabra “perspectiva” y entonces ya me explicó que quiere decir que se ven las cosas, o casos, según, mirando todo y desde todos los lados al mismo tiempo y de lejitos para ver todo junto. Que sea que yo entendí que “perspectiva” es mirar las cosas en colectivo, que sea entre varios, porque uno solitillo sólo lo mira un lado y entonces ya con otros pues se ven más lados y entonces pues es más cabal la mirada de la cosa o caso, según. Y entonces se metió en la plática el señor que se llama Gilberto Gómez Letras y dijo:

- No chingue jefe, mejor déle bien la explicación aquí al Don Elías porque si no va a ir a contar por allá que somos muy ignorantes.

Y entonces habló el que destripa sillas, que sea el Carlos Vargas y dijo:

- A poco un pinche plomero sabe bien cuál es la definición de la palabra “perspectiva”. Y entonces el que, según esto, era un pinche plomero dijo:

- AWilson, no por nada “Letras” es mi segundo apellido.

Y entonces que va sacando un libro bien doble, que sea bien gordo que se llama “Diccionario del Español Moderno” y se puso a buscar y encontró la palabra y dijo que esa palabra quiere decir... quiere decir... pérenme que lo busco en mi cuaderno porque bien que lo apunté la palabra. Sí, aquí está, debajo de la palabra “susodicho”, aquí dice: “Perspectiva.- arte de representar en una superficie los objetos de tres dimensiones. Obra ejecutada con este arte. Aspecto que ofrecen los objetos al espectador, especialmente los lejanos. Representación aparente y falaz de las cosas. Contingencia previsible en un negocio”.

Bueno, pues eso fue lo que apunté que decía el libro gordo del señor ése Gómez Letras. Y entonces el destripador, que sea el Vargas dijo:

–Puta madre, salió peor el remedio que la enfermedad.

Y el Belascoarán dijo que mejor se quedaba con su explicación de la palabra, que sea con su explicación del Belasocarán. Y entonces yo pregunté si era como ver todo junto de un jalón y entonces el Belascoarán me dijo que algo así y entonces yo pensé que mi pensamiento está revuelto pero con “perspectiva” porque todo lo miro de un sopetón, que sea de una vez todo en bola. Que sea el pensamiento del Belascoarán es de “perspectiva ordenada” y el mío es de “perspectiva revuelta”, pero es que él es detective ciudadano y yo soy comisión de investigación zapatista y entonces yo creo que por eso no es lo mismo mi pensamiento que su pensamiento del Belascoarán. Y él entonces dijo que había que acomodar las investigaciones según el modo de ver para saber cuándo pasaron y en dónde pasaron y cómo pasaron y entonces así podemos ver si es que tienen qué ver las cosas o casos, según, y entonces ahí se mira si vamos bien en la investigación o de plano estamos miando fuera del hoyo. Y entonces el Belascoarán le dijo a los otros que se apuren a comer sus donas. Que sea “donas” son unos como panes que tienen un agujero, que sea que son unos panes que no están cabales pero te los cobran como si estuvieran completos.

Y entonces el Belasocarán les dijo que se apuren con su donas y su cafés y que se vayan a ver si ya puso la puerca o que se quedaran callados, que les daba a escoger por “disciplina democrática y libertaria”, así dijo. Y entonces ya se quedaron callados, nomás oyendo, mientras el Belascoarán y yo veíamos la cosa o caso, según, del tal Morales, con perspectiva, la del Belascoarán ordenada y la mía revuelta porque los dos estábamos trabajando de común acuerdo ambos dos, que sea en colectivo, en la investigación del mal y el malo. Y entonces el Belascoarán acomodó los papeles que tenía él y los que le dimos nosotros y era un buen tanto y hasta arriba de la taza de café del señor que se llama Villarreal puso un papel y entonces puso otros en las sillas destripadas y onde quiera había papeles. Y entonces el Belascoarán me empezó a explicar que, como no teníamos gente, que sea cristianos, a quienes les vamos a hacer preguntas entonces hay que hacerle preguntas a los papeles y entonces que había preguntas grandes y preguntas chicas. Y entonces yo entendí claro que no era que los papeles fueran a hablar, sino que íbamos a encontrar las respuestas en lo que decían los papeles, o tal vez no las íbamos a encontrar, según. Y entonces las preguntas grandes daban respuestas grandes y entonces ya de ahí venían las preguntas chicas. Y entonces yo estaba bien contento porque lo miraba que su pensamiento del Belascoarán estaba bien revuelto, igual que el mío y entonces yo estaba entendiendo muy bien y entonces los demás estaban bien callados y entonces no sé si era por “disciplina democrática y libertaria” o porque no entendían nada. Y entonces el Belascoarán dijo que hay que hacer las preguntas grandes y entonces yo saqué un mi cuaderno y lo escribí todo porque uno siempre tiene que estar dispuesto a aprender cosas que qué tal y luego sirven para la lucha. Y entonces la primera pregunta grande que hizo el Belascoarán fue:

– ¿Todas estas informaciones tienen una relación entre sí?

Que sea que la pregunta fue si todos los papeles se tenían qué ver unos con otros. Y entonces el Belascoarán se quedó callado y los demás de por sí estaban callados y entonces yo entendí que el Belascoarán estaba esperando que alguien respondiera y entonces yo dije que sí, que sí tenían qué ver unas cosas con otras. Y entonces el Belascoarán prendió un su cigarro y me quedó mirando y me preguntó por qué decía yo que sí, que cuál era la relación entre todo eso. Y entonces yo dije:

– Los muertos.

Y entonces todos se quedaron callados pero no por “disciplina democrática y libertaria” sino porque esperaban que yo explicara más. Y entonces yo expliqué que las investigaciones se estaban haciendo porque los muertos las habían empezado. Que sea que no les dije que yo ya estoy difunteado, que sea finado, que sea muerto, porque qué tal que se enferman de espanto y les hace daño el café y los panes agujereados. Y entonces yo les dije que el finado Manuel Vázquez Montalbán había empezado la investigación zapatista y que la investigación del Belascoarán la había empezado el finado Jesús María Alvarado, que uno escribía y otro hablaba por teléfono pero que los dos estaban difuntos, que sea muertos. Que sea que eran unos muertos que no se estaban quietos, que no se estaban esperando nomás el día de los santos difuntos para tomar cafecito y cenar tamales y entrarle a las naranjas y al atole de pozol, sino que estaban dando lata. Y entonces el Belascoarán se sonrío, se quedó mirando por la ventana y dijo:

- Sí, muertos. Unos muertos incómodos.

Y entonces, cuando yo estaba escribiendo en mi cuaderno la palabra “incómodos”, el Belascoarán dijo que “muy bien Elías Contreras”. Y entonces dijo que no sólo, que sea que no sólo los muertos incómodos hacían que todos los papeles tuvieran relación, que sea que tuvieran qué ver unos con otros. Y entonces el Belascoarán dijo que esos papeles eran como el libro gordo del pinche plomero, que sea el diccionario, porque esos papeles eran como el diccionario de la corrupción y la mierda de un sistema, que eran como una perspectiva de las chingaderas que hacía el sistema de los poderosos, que sea de los ricos y sus malos gobiernos. Y entonces dijo que ahí había de todo, que sea represión, asesinatos, cárceles, perseguidos, desaparecidos, fraudes, robos, despojos de tierras, venta de la soberanía nacional, traición a la Patria, corrupción.

– En resumen –dijo–, los de arriba chingando a los de abajo.

Y entonces yo me quedé pensando y prendí un mi cigarro “ingrato” y me sonreí y dije:

– El Mal.

Y entonces yo lo miré que el Belascoarán se puso un poco contento porque fue y sacó unos refrescos de un rincón y los abrió con la punta de una pistola escuadra, que sea con el grano de mira, y nos dio a todos. Y entonces el señor que se llama Villarreal levantó la mano y dijo:

- Pido la palabra.

Y entonces no esperó a ver si le damos la palabra, o sea que es muy otra esa “disciplina democrática y libertaria”. Viera que el Villarreal hace así en una asamblea de mi pueblo, seguro que todos lo miran. Pero el Villarreal no estaba en una asamblea de mi pueblo, así que ahí nomás preguntó:

- ¿Y el tal Morales?

El Belascoarán y yo nos volteamos a mirar uno al otro, que sea ambos dos, y claro se vio que los dos mutuamente de acuerdo estábamos pensando lo mismo porque parejo dijimos:

- El Malo.

Y entonces el Belascoarán volvió a explicar con el revoltijo de papeles y con las fotos del tal Morales que había pegado en la misma pared onde tenían pintada una foto de una señora bien encuerada, que sea sin portapechitos ni nagüa ni medio fondo ni calzón ni nada. Y entonces dijo:

– Del tal Morales no checan los lugares ni las fechas ni las edades.

Y entonces señaló la pared y dijo:

– Ni las fotos.

Y entonces claro se vio que todos estábamos mirando a la señora encuerada y no las fotos del tal Morales. Y entonces el Belascoarán dijo que no seamos babosos, que estaba hablando del Malo, no de la señora ésa que estaba bien buena, así dijo. Y entonces se volteó a mirarme y me dijo, que sea que me preguntó:

– ¿Hay un tal Morales o son varios?

Y entonces todos quedamos pensando. Y entonces yo dije:

– El Mal es grande y deben ser varios los malos.

Y entonces nos pusimos a ver cuántos tales Morales había sí es que había varios. Y entonces vimos que sí, que se podían ver varios tales Morales. Y entonces el Belascoarán dijo que no podíamos investigarlos y agarrarlos a todos, que porque éramos muy poquitos, dijo. Y entonces yo le dije que tenemos que escoger a uno o a dos, porque de por sí no dábamos abasto para agarrar más, que sea que no nos faltaban ganas sino manos. Y entonces el Belascoarán dijo que una línea de investigación, así dijo, estaba en el monstruo, que sea en la Ciudad de México, y que otra línea de investigación caminaba para Chiapas. Y entonces que podíamos hacer que los dos nos fuéramos para Chiapas a agarrar al malo que andaba haciendo sus chingaderas por allá, que sea por acá, o que los dos nos pusiéramos a investigar en la Ciudad de México, que sea en el monstruo al malo que estaba haciendo fregaderas por acá, que sea por allá. O que cada quien jalara en su terreno, el Belascoarán en el monstruo y yo en Chiapas, pero apoyándonos mutuamente ambos dos con las informaciones que juntáramos. Y entonces así quedamos. Que sea que cada quien con su cada cual, que sea que el Belascoarán en el monstruo y yo, Elías Contreras, en las montañas del Sureste Mexicano. Y entonces el Belascoarán me pasó todas las informaciones que él tenía y que me iban a servir para mi comisión de investigación acá en Chiapas, y yo le pasé todas las informaciones que yo tenía y que le iban a servir para su detectiveada en el monstruo, que sea en la Ciudad de México. Y entonces ya todos nos pusimos bien contentos y nos reímos un poco bastante con las chistosadas que todos decían de la señora encuerada, que sea de la foto de la señora encuerada.

Y entonces yo le dije al Belascoarán que el Sup me dijo que si tenía tiempo y modo que me enseña a jugar el dominó que le dicen. Y entonces el Belascoarán dijo que “ahora es cuando”, que sea que entonces era cuando me iba a enseñar. Y entonces no muy me acuerdo de la clase y el juego, de repente el Belascoarán se acuerda y les cuenta, pero yo sólo me acuerdo que en la bolsa de la chamarra yo llevaba un plumín negro por si lo necesitaba, porque me acordé lo que me había contado el Ruso, que sea que se le podían pintar puntitos a las tablitas del dominó. Y entonces ya nos sentamos todos y yo les dije que todos éramos colegos. Y entonces el Belascoarán me dijo que no se dice “colegos”, sino “colegas”. Y entonces yo le dije que no, que “colegas” es cuando son mujeres y “colegos” es cuando son hombres. Y entonces me dijeron que por qué digo que todos somos colegos. Y entonces yo les expliqué que nuestro trabajo no se mira si sale bien, que sea que si hacemos bien nuestro trabajo, nadie mira que hicimos bien nuestro trabajo. Pero que si lo hacemos mal nuestro trabajo, pues es una desgracia.

Y entonces les dije que el señor Gómez Letras es plomero, que sea que arregla que salga cabal el agua por onde tiene qué salir y como tiene que salir. Y entonces, si el Gómez Letras hace bien su trabajo pues nadie se da cuenta: el agua caliente sale por onde tiene qué salir y la fría onde le toca y si uno le jala la palanquita a la letrina, que sea al excusado, pues ya se va el 50 y el 25 onde se tiene que ir, que sea la mierda y los orines. Pero si el Gómez Letras hace mal su chamba pues entonces es un desmadre, porque para lavar los platos en lugar de agua salen orines, o sale el agua fría onde va la caliente y al revés volteado. Y entonces todos dicen “pinche Gómez Letras, no hizo bien su trabajo”.

Y entonces les dije que el Señor Vargas es tapicero, que sea que arregla las sillas y sillones y las compone para que no se les salga la tripa o un fierro y para que estén blanditas. Y entonces, si el señor Vargas hace bien su chamba nadie se da cuenta porque todos están sentados contentos, echando cafecito o viendo el fútbol o películas en la televisión. Pero si el señor Vargas hace mal su chamba pues entonces es una problema, porque cuando uno están bien emocionado viendo en la película que ya lo van a difuntear al malo, ¡zas!, se le clava a uno un fierro, o se sienta uno y se queda hundido y ya no puede salir ni aunque lo jalen a uno con mecapal, o se sienta uno en la pura tabla y le quedan bolladas las nalgas. Y entonces todos dicen “Pinche Vargas, no hizo bien su trabajo”.

Y entonces les dije que el señor Villarreal es ingeniero en drenaje profundo, que sea que el hace las ingenierías para que el agua mala no se salga y no se ahoguen en mierda todos los ciudadanos. Y entonces, si el señor Villarreal hace bien su trabajo nadie se da cuenta y uno se levanta en las mañanas y camina por la calle y no está llena de mierda, ni el metro está inundado de orines, y todo se mira así como normal. Pero si el señor Villarreal hace mal su trabajo pues entonces es una gran desgracia, porque cualquier rato se viene un tsunami de mierda y orin y la inunda toda la ciudad y entonces sí que segundo piso ni que nada, puro pinche cayuco. Y entonces todos dicen “Pinche Villarreal, ni hizo bien su trabajo”.

Y entonces le dije que el Belascoarán y yo somos comisiones de investigación, que sea somos detectives, que sea que buscamos para encontrar al mal y al malo y lo miramos que reciban su castigo por sus maldades. Y entonces, si hacemos bien nuestro trabajo pues nadie se da cuenta porque el mal está onde tiene que estar, que sea onde no esté chingando a la gente buena y la gente está contenta en sus casas y trabajaderos. Pero si el Belascoarán y yo hacemos mal nuestro trabajo pues entonces es una gran problema porque el mal y el malo andan onde quiera con sus maldades y entonces todos dicen “Pinche Belascoarán y pinche Elías, no hicieron bien su trabajo”.

Y entonces todos quedaron callados, pensando, creo, que si es cierto que somos “colegos”. Y entonces ya sacaron las tablitas ésas, que sea las fichas del dominó y empezaron a hablar muy otro. Y entonces, ya después de que acabó la jugadera del dominó ése, nos despedimos todos. Y entonces nos dimos un abrazo con el Belascoarán. Y entonces ya me fui yo y creo que ellos también se fueron porque ya era tarde ya. Y entonces ya le mandé un mi informe al Sup onde le contaba todo cómo había estado la asamblea, que sea la reunión en el trabajadero del Belascoarán y de los acuerdos que hicimos ambos dos mutuamente.

Y entonces me acuerdo que la luna estaba bien panzona, montada sin pena encima de la joroba del monstruo, que sea colgada en medio de la noche de la Ciudad de México, cuando me llegó en su mensaje del Sup que decía: “Enterado de los acuerdos. Según nuestros informes, el tal Morales anda por acá, así que ya regrésate. Cuando llegues me cuentas todo y ya hacemos el plan. Viaja con mucho cuidado y checa que no traigas cola. Acá te espero porque falta lo que falta. Mientras tanto, un abrazo.”

Desde las montañas del Sureste Mexicano. Subcomandante Insurgente Marcos.

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