nuevatribuna.es, 15 de abril de 2024.
En democracia, las campañas electorales teatralizan la pugna política, permiten que algunas propuestas sean pasto de la conversación pública y resaltan lo que distingue a los programas y afanes de cada opción política de los del resto. Esa doble tarea de afirmación y diferenciación incluye, inevitablemente, bastante palabrería y dosis variables de embaucamiento.