infoLibre.es, 24 de octubre de 2019.
El alma del proyecto de la Unión Europea es, a mi juicio, la construcción de un gran espacio de libertad, justicia y seguridad, gracias a la primacía del Estado de Derecho. Ese es nuestro mayor activo común, que permite sostener como verosímil la ambición de conferir a la UE un papel propio y relevante en las relaciones internacionales: el de agente imprescindible de la paz, la cooperación y de la primacía de la legalidad internacional, como verdadero soft power.